Al menos 55 personas recluidas en condiciones penosas en varios centros de detención de Guinea Bissau sufren mala salud y necesitan asistencia médica urgente.
Según parece, algunos militares de alta graduación han amenazado con ordenar que se propinen palizas a los activistas de derechos humanos que han hecho públicos los abusos cometidos por los soldados guineanos.