Etiopía: Se insta a poner fin a la ofensiva contra la disidencia mientras continúan las detenciones

Las autoridades etíopes deben detener su continua ofensiva contra la disidencia ha manifestado Amnistía Internacional hoy, tras la detención esta semana de cuatro miembros más de partidos de oposición, que se cree que están expuestos a sufrir tortura u otros malos tratos. Los cuatro fueron detenidos el 8 de julio en la capital etíope, Addis Abeba, y en Mekele, ciudad del norte del país, acusados de “terror”, cargo utilizado habitualmente en Etiopía para encarcelar a los disidentes.“Estas últimas detenciones se suman al creciente número de periodistas, partidarios de la oposición, activistas y demás voces disidentes que están siendo encarcelados por presuntos delitos de “terrorismo”, ha explicado Claire Beston, investigadora de Amnistía Internacional sobre Etiopía. “Se teme que, durante el periodo previo a las elecciones generales del año próximo, el número de detenidos siga creciendo, mientras el gobierno continúa con su ofensiva contra la disidencia. Toda persona detenida por expresar pacíficamente opiniones disidentes, escribir blogs, pertenecer a partidos políticos de oposición legalizados o participar en manifestaciones pacíficas debe ser puesta en libertad de inmediato y sin condiciones.” Últimas detenciones y temor de tortura Las personas detenidas el 8 de julio son: Abraha Desta, del partido Arena Tigray, que es también profesor de la Universidad de Mekele; Habtamu Ayalew y Daniel Shebeshi, miembros del partido Unidad para la Democracia y la Justicia, y Yeshewas Asefa, del Partido Azul. Se cree que Abraha Desta está detenido en Mekele, en la región septentrional de Tigray, mientras que a los demás los han llevado al centro de detención de la policía federal de Maikelawi, en Addis Abeba. Miembros del Partido Azul y de la Unidad para la Democracia y la Justicia afirman que fueron a ver a los hombres detenidos en Maikelawi el 9 de julio, pero que no les permitieron la entrada y les dijeron que no podían tener contacto con ellos hasta que se llevara a cabo la investigación policial. Es habitual negar a las personas recluidas en Maikelawi el acceso a abogados y familiares en las primeras etapas de su detención. Esta situación puede prolongarse hasta dos o tres meses, y constituye una violación del derecho internacional y de la legislación etíope. La detención en régimen de incomunicación aumenta considerablemente el riesgo de sufrir tortura. En Maikelawi, las personas detenidas por motivos políticos suelen ser sometidas a tortura durante el interrogatorio. Traslado ilegal de YemenTambién el 8 de julio, la televisión estatal etíope, ETV, confirmó que un líder de la oposición desaparecido el 24 de junio en Yemen se encontraba detenido en Addis Abeba. Andargachew Tsige, secretario general del movimiento ilegalizado Ginbot 7, fue trasladado de manera ilegal de Yemen, y aún no se ha revelado su paradero exacto en la capital etíope. Ciudadano británico de origen etíope, continúa sin poder comunicarse con sus representantes consulares, abogados y familiares. ETV, única televisión del país, emitió unas imágenes de Andargachew Tsige en las que, demacrado y agotado, afirmaba que su detención era en realidad una suerte, porque no quería más que descansar. Su esposa ha dicho a Amnistía Internacional que no entiende qué es lo que se pretende con las imágenes o con el mensaje. Ha habido varios precedentes de personas sometidas a juicio por acusaciones de terrorismo, de quienes las autoridades para tomado imágenes para emitirla por ETV. En todos los casos, tal emisión ha supuesto una violación del derecho a ser considerado inocente hasta que se demuestre lo contrario ante un tribunal de justicia. Andargachew Tsige ha ido juzgado ya, in absentia, en tres ocasiones distintas y condenado a muerte y a cadena perpetua. En la misma emisión se anunció que habían sido detenidos otros líderes de la oposición por sus contactos con Ginbot 7 y con ESAT, canal de televisión por satélite etíope que emite desde el exilio y que las autoridades consideran el “medio oficial de comunicación de Ginbot 7”. Los detalles de las detenciones se conocieron posteriormente. Etiopía se ha servido ya antes de la acusación de estar en contacto con Ginbot 7 y con ESAT para encarcelar y, de este modo, silenciar a otras voces disidentes por presunto terrorismo. En 2011, las autoridades prohibieron Ginbot 7 alegando que era una organización terrorista. Periodistas y blogueros recluidos en aplicación de la Ley Antiterrorista Entre las personas detenidas en Maikelawi en aplicación de la Ley Antiterrorista figuran también seis blogueros del grupo Zone 9 y tres periodistas. Los nueve se encuentran recluidos sin cargos desde su detención, el 25 y el 26 de abril de 2014, por presuntos delitos de terrorismo. La Ley Antiterrorista, que adolece de graves deficiencias, prevé hasta cuatro meses de privación de libertad sin cargos, uno de los periodos de prisión preventiva más largos del mundo. El 9 de julio se permitió a seis de los detenidos recibir visitas por primera vez desde su detención hace dos meses y medio. Explicaron que los habían sacado de las celdas subterráneas de Maikelawi, donde se suele recluir a los detenidos políticos en las primeras etapas de detención, y los habían trasladado a distintas partes de la prisión, que llaman jocosamente el “Sheraton”. Los seis dijeron que los habían obligado a firmar confesiones de sus presuntos delitos. Tres habían denunciado anteriormente en vistas judiciales de prisión preventiva que habían sido torturados, sin que el tribunal hiciera nada al respecto. Los demás miembros de Zone 9, Abel Wabela y Mahlet Fantahun, y el periodista Edom Kasaye continúan recluidos en régimen de incomunicación. “El historial del gobierno etíope en materia de respeto de los derechos de las personas detenidas es, como mínimo, alarmante”, ha afirmado Claire Beston. “Todos los detenidos han de tener de inmediato acceso a abogados y a sus familias, y deben ser puestos en libertad si no están acusados de ningún delito común reconocible; además, el gobierno etíope tiene que garantizar que ninguno es sometido jamás a tortura.”