Los tártaros de Crimea afrontan un futuro incierto en la península anexionada, ha manifestado Amnistía Internacional hoy, con ocasión de las inminentes elecciones presidenciales de Ucrania, en las que ni ellos ni los demás habitantes de Crimea podrán participar ya. “Pese a las garantías de protección de los derechos de los tártaros ofrecidas por las autoridades crimeas de facto, desde que Rusia se anexionó la península en marzo de este año, la comunidad tártara sufre cada vez más actos de violencia y discriminación”, ha manifestado John Dalhuisen, director del Programa de Amnistía Internacional para Europa y Asia Central. “Las autoridades rusas permiten actuar libremente en Crimea a grupos armados que están detrás de ataques brutales contra los tártaros. Se han buscado la enemistad de los tártaros de Crimea al someter a sus líderes a hostigamiento, amenazar con disolver su máximo órgano representativo y restringirles del derecho a la libertad de reunión y de expresión.” “Hasta 7.000 tártaros han huido ya de Crimea. Los que continúan allí tienen que tomar la nada envidiable decisión de renunciar a su ciudadanía ucraniana y aceptar la rusa o convertirse en ‘extranjeros’ en su propia tierra.” Tras la II Guerra Mundial, casi un cuarto de millón de personas fueron deportadas a partes remotas de la Unión Soviética por su presunta colaboración con las fuerzas de ocupación alemanas durante la contienda. Se cree que casi la mitad de ellas murieron de hambre o enfermedad como consecuencia directa de la deportación. No se les permitió regresar a Crimea hasta finales de la década de1980. En el documento de Amnistía Internacional Harassment and violence against Crimean Tatars by state and non-state actors se enumeran los motivos de preocupación de la organización desde la anexión rusa de la península el 21 de marzo de 2014, a saber:• Grupos de hombres armados han detenido, maltratado y, en un caso, matado a activistas tártaros;• Al líder extraoficial de los tártaros crimeos y miembro del Parlamento ucraniano Mustafa Jemiliev se le ha prohibido la entrada en su tierra natal.• Se ha procesado a decenas de tártaros crimeos por participar en protestas pacíficas;• Se ha amenazado con disolver el máximo órgano representativo tártaro, el Majlis;• Se presiona a los tártaros para que renuncien a su ciudadanía ucraniana y soliciten el pasaporte ruso.