Irán: Temor por la vida de cinco condenados a muerte trasladados a la prisión de Evin

Cinco hombres condenados a muerte en Irán han sido trasladados de la prisión de Ghezel Hesar, en Karaj, cerca de Teherán, a la prisión de Evin de la capital, lo que suscita temores sobre su ejecución inminente, ha declarado Amnistía Internacional.

Al menos uno de ellos,  Hamid Gholamy, será ejecutado previsiblemente mañana, 7 de noviembre, por la mañana, tras ser declarado culpable de un delito relacionado con las drogas en junio de 2011, que podría ser el mismo presunto delito del que había sido absuelto tres meses antes por falta de pruebas.

Según informes, Gholamy fue sometido a tortura o a otros malos tratos estando bajo custodia y estaba esperando una decisión sobre su petición de indulto cuando fue trasladado repentinamente a la prisión de Evin.

“Las autoridades, que lamentablemente parecen empeñadas en continuar con su oleada de asesinatos de Estado,  deben perdonar la vida de estos hombres”, ha afirmado Ann Harrison, directora adjunta del Programa Regional para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional.

“La inmensa mayoría de las más de 380 personas que, según creemos, han sido ejecutadas en las prisiones iraníes en lo que va de año fueron declaradas culpables de delitos relacionados con las drogas, delitos que no llegan al umbral de los ‘delitos más graves’ que establece el derecho internacional de derechos humanos.”

En virtud de la legislación iraní, las personas condenadas por delitos relacionados con las drogas no tienen la oportunidad de ejercer su derecho a recurrir, tal como exige el derecho internacional.

Muchos presuntos autores de delitos relacionados con las drogas son ejecutados tras juicios injustos en los que se les negó la posibilidad de que un tribunal superior revisara su condena.

“Amnistía Internacional se opone al uso de la pena de muerte en todos los casos. Si bien las fuerzas de seguridad iraníes tienen derecho a enjuiciar a personas por delitos relacionados con las drogas, deben eliminar la pena capital para estos delitos”, concluyó Harrison.

El mes pasado fueron ejecutados 10 hombres en la prisión de Evin, poco después de ser trasladados allí también desde la prisión de Ghezel Hesar.