Los talibanes se han atribuido la responsabilidad del atentado con disparos contra una activista paquistaní pro derechos humanos de 14 años en el valle del Swat que ahora recibe tratamiento en un hospital por sus heridas; Amnistía Internacional denuncia el “espeluznante acto de violencia”.
Los hombres armados abrieron fuego contra Malala Yousufzai y una amiga suya cuando las niñas volvían a casa desde la escuela, en la localidad de Mingora. Malala fue alcanzada por dos balas.
Los primeros datos indican que fue un atentado selectivo, y una información local sugiere que uno de los hombres armados se dirigió a la joven por su nombre antes de disparar.
Malala hace campaña desde los 11 años por el acceso de las niñas a la educación en su región, y su padre dirigió una de las últimas escuelas para niñas que no acató la prohibición talibán de la educación femenina en el valle del Swat. Tanto ella como su familia habían recibido amenazas de los talibanes con anterioridad.
“Este ha sido un espeluznante acto de violencia contra una niña de 14 años que lucha con valentía por su derecho a la educación. Lo condenamos con la máxima contundencia”, declaró Mustafa Qadri, investigador de Pakistán para Amnistía Internacional.
“Este atentado pone de relieve el clima de enorme peligrosidad en el que están inmersos los activistas pro derechos humanos en la región noroccidental de Pakistán, donde sobre todo las mujeres activistas viven bajo amenazas constantes de los talibanes y de otros grupos integristas.
“En los últimos doce meses, al menos dos activistas que trabajaban por la educación de la mujer, Farida Afridi y Zarteef Afridi, han muerto violentamente en la oleada de ataques selectivos desencadenada por los talibanes y otros grupos en la región.
“La recuperación del territorio que estaba a manos de los talibanes en estas zonas no es una medida suficiente de éxito para las autoridades paquistaníes. Hay que reconstruir la dañada infraestructura de la educación, sobre todo las escuelas para niñas, y garantizar el derecho a la educación de éstas y su seguridad. Malala debe recibir protección adecuada.
“Las autoridades paquistaníes deben demostrar con sus actos su compromiso con ofrecer a las mujeres y a las niñas las mismas oportunidades que a los hombres y los niños a pesar de las amenazas de los talibanes y de otros grupos.”