Temor por la salud de ganadora del Premio Sajarov encarcelada en Irán

La noticia de la concesión del Premio Sajarov –galardón que otorga el Parlamento Europeo a los derechos humanos y la libertad de conciencia– le llega a la abogada iraní de derechos humanos Nasrin Sotoudeh en un momento en el que su salud se ha deteriorado debido a una huelga de hambre que emprendió en protesta por haberle negado las autoridades el permiso para recibir visitas de su hija, de 13 años, y su hijo, de 5. 

Nasrin Sotoudeh, presa de conciencia encarcelada desde septiembre de 2010, lleva 10 días en huelga de hambre y el 22 de octubre fue trasladada a los servicios médicos de la cárcel de Evín de Teherán.

“Hace tres meses ya que Nasrin Sotoudeh sólo puede ver a sus hijos tras un cristal, desde que las autoridades descubrieron que estaba utilizando un pañuelo de papel para escribir en él la defensa que pensaba hacer en su próxima vista judicial”, ha dicho Ann Harrison, directora adjunta del Programa Regional para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional.

“Las autoridades iraníes han prohibido viajar a su hija y en una ocasión su esposo pasó la noche en la cárcel de Evín por hacer campaña pacíficamente en favor de Nasrin.  A pesar de insistir en la importancia de la familia en la vida de Irán, las autoridades hacen todo lo que pueden para silenciar a los familiares de los presos de conciencia y los presos políticos. El caso de Nasrin Sotoudeh es un escandaloso ejemplo de hasta dónde puede llegar el gobierno de Irán para suprimir las críticas a sus políticas y prácticas.

“Hostigando a los familiares de los presos únicamente para que abandonen sus legítimas actividades públicas en favor de sus seres queridos, las autoridades iraníes están pisoteando sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos”