Italia: El naufragio en Lampedusa recuerda la falta de protección de la UE a migrantes en situación de riesgo

El hundimiento de un barco que llevaba a migrantes a la isla meridional italiana de Lampedusa pone de relieve la necesidad de que los gobiernos de la Unión Europea tomen más medidas para mejorar el salvamento y la ayuda a las personas desposeídas que llegan a sus costas. Desde que se hundió el barco, el pasado viernes de madrugada, las autoridades italianas y de la OTAN ha rescatado a más de 50 migrantes en el mar Mediterráneo, pero la información disponible indica que al menos una persona ha muerto y decenas más están en paradero desconocido. El año pasado, unas 1.500 personas perdieron la vida al intentar llegar a Europa -en muchos casos a través de Lampedusa, una de las principales puertas de entrada al continente, situada 80 kilómetros al norte de Túnez- en el marco de un movimiento masivo de solicitantes de asilo y otros migrantes del norte de África y más allá. “Una vez más, las aguas que rodean la pequeña isla italiana de Lampedusa han sido escenario de una tragedia, que pone de relieve cómo está aumentando todavía el número de personas que mueren a las puertas de Europa”, ha manifestado Nicolas Beger, director de la Oficina de Amnistía Internacional ante las Instituciones Europeas. “La UE no está cumpliendo sus obligaciones para con estos migrantes: los países europeos deben tomar iniciativas concertadas para impedir las muertes en el mar intensificando la capacidad y la coordinación de las operaciones de búsqueda y salvamento.”“Aunque el número de migrantes que llegan a Lampedusa ha descendido tras los disturbios del año pasado en el norte de África, cuando alcanzó su punto álgido, este último naufragio pone de manifiesto que las autoridades deben seguir atentas y preparadas para prestar ayuda a grandes grupos de personas -entre las que puede haber muchos solicitantes de asilo y refugiados- que viajan, hacinadas, en embarcaciones no aptas para navegar.” En  otro caso, ocurrido el pasado jueves frente a la costa occidental de Turquía, más de 50 migrantes, alrededor de la mitad de ellos niños, murieron ahogados, según la información proporcionada, al volcar su barco. Las autoridades han comunicado que otros 45 -iraquíes, sirios y palestinos, al parecer, que se dirigían a la UE– consiguieron llegar a tierra a nado.Durante 2011, el gran número de tragedias ocurridas con barcos de migrantes que se dirigían a países de la UE a través de Lampedusa hicieron que la respuesta de las autoridades italianas y de otros Estados fuera objeto del escrutinio internacional. En marzo de 2012, la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa publicó los resultados de la investigación de un suceso ocurrido un año antes, cuando se dejó a la deriva durante dos semanas en el mar Mediterráneo a un barco que necesitaba socorro. Sólo sobrevivieron 9 de los 72 migrantes que viajaban a bordo, procedentes de Sudán, Nigeria, Ghana, Eritrea y Etiopía, entre ellos dos bebés.

La investigación de la Asamblea Parlamentaria condenó un “catálogo de fallos” de las autoridades libias, maltesas, italianas y de la OTAN que contribuyeron a que se produjeran las muertes. En otros casos, las personas que necesitaban ser salvadas fueron obligadas a retroceder, con lo que se violaron sus derechos humanos. Muchas fueron devueltas a una situación incierta en países como Libia durante el régimen del coronel Gadafi, donde se daban reiterados casos de detención y tortura de migrantes. En abril de este año, el gobierno italiano firmó otro acuerdo con los nuevos líderes libios para continuar con la cooperación para impedir la llegada de migrantes desde el país norteafricano, que sigue sin ser seguro para ellos, en especial para los subsaharianos. En julio de 2012 se congregaron en Lampedusa activistas de 20 países para poner de relieve el sufrimiento de los millares de migrantes que llegan allí en barcos abarrotados. Junto con algunos de los más de 6.000 habitantes de la isla que se sumaron a ellos, pidieron a las autoridades de la UE que modifiquen la política migratoria europea y tomen más medidas para recibir y socorrer a las personas migrantes en vez de destinar recursos a bloquearles la entrada y enviarlas de regreso a situaciones inciertas y posibles violaciones de derechos humanos.“Seguimos pidiendo a la autoridades de toda la UE que respeten y protejan los derechos humanos de las personas migrantes, refugiadas y solicitantes de asilo tanto dentro de Europa como a lo largo de sus fronteras”, ha manifestado Beger. Amnistía internacional ha lanzado este año la campaña “Cuando no se existe” con objeto de promover la protección de los derechos humanos de las personas migrantes, refugiadas y solicitantes de asilo en toda Europa.