El Cuarteto debe actuar para que las localidades palestinas no desaparezcan del mapa

Las demoliciones se han triplicado en tres años, y ahora el peligro se cierne sobre las colinas de HebrónUn grupo de 30 organizaciones de desarrollo, ayuda humanitaria y derechos humanos han alertado hoy de que los planes del gobierno de Israel para el desalojo y la demolición de 13 localidades palestinas de las colinas de Hebrón [1] llegan en un momento en que el índice de demoliciones y desplazamientos alcanza su punto máximo en tres años, contribuyendo a la incertidumbre sobre el futuro de la población palestina que vive en la Zona C de Cisjordania, controlada por Israel.El gobierno de Israel ha seleccionado a comunidades de la zona para proceder a su demolición o a la expulsión de sus habitantes para seguir con sus planes de utilizar las tierras para la ampliación de un asentamiento israelí y la creación de una zona militar cerrada [2].

Las organizaciones piden al Cuarteto para Oriente Medio, que va a mantener una reunión informal en Nueva York el lunes 24 de septiembre, que visiten las comunidades afectadas y aborden las violaciones de derechos humanos que se están cometiendo allí. Las organizaciones han afirmado que el Cuarteto debe pasar de las palabras a los hechos y presentar un plan de acción concreto para que las familias palestinas sigan en sus casas, a la vez que se ocupa de garantizar que todas las partes cumplen con sus obligaciones con arreglo al derecho internacional. Por tanto, el plan del Cuarteto debe presionar al gobierno de Israel para que ponga fin de inmediato a las políticas y prácticas que vulneran el derecho internacional humanitario y de los derechos humanos y dan lugar a desalojos, desplazamientos forzosos y demoliciones en la Zona C.

Nishant Pandey, director de País de Oxfam, ha manifestado:

“El Cuarteto ha emitido 39 declaraciones en las que ha condenado la vulneración del derecho internacional por parte del gobierno de Israel; sin embargo, el número de personas desplazadas a causa de la demolición ilegal de casas palestinas sigue aumentando a un ritmo sin precedentes. Hasta el momento, las palabras no han servido para lograr un cambio significativo en la vida de las personas, y el Cuarteto debe demostrar ya a palestinos e israelíes su compromiso de trabajar para conseguir una paz justa y duradera.”

Los planes de demolición y desalojo en las colinas de Hebrón dejarían a 1.650 palestinos sin hogar [3] ni acceso a la tierra que necesitan para cultivar y criar animales con que alimentar a sus familias. Muchas de esas personas ya viven en condiciones deficientes debido a las restricciones en la construcción impuestas por Israel a la población palestina que vive en la Zona C.

Ann Harrison, directora adjunta del Programa para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional, ha afirmado:

“El Cuarteto debe enfrentarse a los hechos sobre el terreno en la Cisjordania ocupada: cada vez es mayor el número de demoliciones y de localidades enteras en peligro de desalojo forzoso. La piedra angular de la labor del Cuarteto debe ser garantizar que se respeta el derecho internacional humanitario y de los derechos humanos. El Cuarteto sólo podrá contribuir a una solución justa y sostenible si afronta sin rodeos estas persistentes violaciones de derechos humanos.”

La amenaza a las localidades de las colinas de Hebrón llega en un momento en que nuevas cifras revelan que el índice de demoliciones se ha triplicado en los últimos tres años y que el promedio de personas desplazadas ha aumentado en un 98 por ciento en este mismo periodo [4].

Sarah Leah Whitson, directora para Oriente Medio en Human Rights Watch, ha declarado:

“Ya es hora de que el Cuarteto se deje de eufemismos: las demoliciones de casas palestinas llevadas a cabo por Israel sin que exista una necesidad militar suponen el incumplimiento de sus obligaciones como potencia ocupante. El Cuarteto debe presionar al gobierno de Israel para que ponga fin de inmediato a estas violaciones de derechos humanos.”

Según afirman las organizaciones, su creciente preocupación por la población palestina de las zonas en que trabajaban las ha inducido a denunciar esta situación ahora. Recientemente, Oxfam sufrió la incautación de una unidad veterinaria móvil que tenía en la zona y recibió la notificación de que no se le permite entrar en las localidades en donde trabaja ayudando a 148 familias a ganarse aceptablemente la vida criando cabras y ovejas. Otras organizaciones han recibido órdenes de demolición o de que cesen su trabajo en relación con proyectos de ayuda en las localidades.

David White, director de País de CARE International, ha afirmado:

“A las familias con que trabajamos les aterra que cualquier día puedan quedarse sin casas y sin la clínica de salud que ofrece CARE International. Mañana podrían levantarse y encontrarse con que han perdido todo lo que han tardado toda una vida en conseguir. Ofrecemos a las personas servicios básicos de salud, pero no hay asistencia humanitaria o de desarrollo que pueda ayudarlas a superar este sentimiento de desesperación. Es preciso que el Cuarteto presente un plan de acción que proporcione a las personas la seguridad que necesitan urgentemente para llevar una vida digna.”

NOTAS PARA LOS PERIODISTAS:

[1] En las 13 localidades se incluyen la población palestina de Susiya, que ha recibido órdenes de demolición a causa de su proximidad con un asentamiento israelí colindante, y 12 localidades cercanas en una zona que la Administración Civil Israelí ha declarado zona militar cerrada para instrucción militar y ha denominado “Campo de tiro 918”. Las 13 localidades de las colinas de Hebrón se encuentran en la Zona C, que comprende el 60 por ciento de Cisjordania, y en la que Israel controla la planificación, la zonificación y la seguridad.

[2] En total, más del 18 por ciento de Cisjordania, el equivalente a la extensión de territorio en el que la Autoridad Palestina ejerce el control civil y de seguridad, ha sido declarado “campo de tiro” militar cerrado, convirtiendo de hecho estas zonas en territorio prohibido para la población palestina. Estos “campos de tiro” se encuentran casi exclusivamente en la Zona C; aproximadamente 5.000 palestinos de 38 localidades viven en estas zonas, por lo que sufren un creciente riesgo de sufrir daños físicos y de recibir órdenes de desalojo y demolición.

[3] Un total de 150 palestinos corren peligro de ser desplazados de Susiya; en esta localidad, la Administración Civil Israelí ha dictado órdenes de demolición de más de 50 estructuras, incluidas casas, un centro comunitario, paneles solares y sistemas de energía renovable, establos, y otras estructuras generadoras de ingresos. Otros 1.000 palestinos han recibido órdenes de desalojar 8 localidades que se encuentran en el “Campo de tiro 918”. Además, otras 500 personas de 4 localidades más de esa misma zona están corren un creciente peligro de quedar desplazadas tras haber recibido órdenes de demolición de sus casas. En los últimos meses ya se han demolido algunas estructuras, incluidos proyectos de ayuda (como molinos de viento, depósitos de agua, corrales y tiendas), en Susiya y el “Campo de tiro 918”.

[4] Desde 2009 a 2012, el promedio mensual de demoliciones en Cisjordania aumentó de 23 a 64, mientras que la cifra media mensual de personas desplazadas de sus casas por las demoliciones israelíes aumentó de 52 a 103.