Ataques homofóbicos “virulentos” ponen en peligro a los activistas del Cáucaso Meridional

Armenia, Georgia y Azerbaiyán deben hacer más para proteger a las personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales (LGBTI), ha dicho Amnistía Internacional tras una oleada de ataques contra activistas. 

En vez de condenar el ataque con cócteles molotov de la semana pasada contra un bar de ambiente gay de Ereván, capital de Armenia, algunas autoridades hicieron declaraciones homofóbicas y justificaron la violencia contra las personas LGBTI. 

Mientras, en la vecina Georgia, el jueves la policía de la capital, Tiflis, hizo muy poco para evitar que un grupo cristiano ortodoxo impidiera una marcha pacífica realizada por una organización LGBTI con motivo del Día Internacional contra la Homofobia. 

“La virulencia de estos recientes ataques demuestra la necesidad de que haya un diálogo público para abordar la homofobia en todo el Cáucaso Meridional y proteger  a las personas LGBTI de la discriminación”, ha dicho John Dalhuisen, director del Programa Regional para Europa y Asia Central de Amnistía Internacional.

Ataque con cócteles molotov en Ereván

El 8 de mayo, una cámara de seguridad captó a unas personas, que se autodenominaron “fascistas”, mientras arrojaban cócteles molotov por las ventanas de un bar de ambiente gay del centro de Ereván. 

Según los informes, la policía llegó al lugar 12 horas después para investigar el ataque incendiario.

En la investigación se detuvo a dos jóvenes, que quedaron en libertad poco después, tras pagar su fianza dos parlamentarios de la Federación Armenia Revolucionaria (Dashnaktsutyun), partido nacionalista de oposición. Los parlamentarios justificaron el ataque afirmando que se enmarcaba “dentro del contexto de la ideología societal y nacional” 

Los dirigentes de la Federación Armenia Revolucionaria se han distanciado de la actuación de los parlamentarios afirmando que actuaron a título personal, pero no han pedido públicamente a sus compañeros que se disculpen por apoyar este presunto crimen de odio. 

Eduard Sharmazanov, portavoz del partido gobernante (Partido Republicano), y vicepresidente del Parlamento, declaró el jueves al periódico Hayots Ashkharh: “Como ciudadano armenio y miembro del partido nacionalista-conservador [en el gobierno], considero la rebelión de los dos jóvenes armenios contra los homosexuales […] completamente correcta y justificada […] A esos defensores de los derechos humanos que están intentando sacar partido del incidente les pediría que protegieran ante todo y por encima de todo los valores nacionales y universales”.

Amnistía Internacional considera que este tipo de discurso oficial es peligroso, exacerba la discriminación y socava la función de los defensores de los derechos humanos.

“La respuesta oficial ante el ataque con bombas incendiarias en Ereván es absolutamente escandalosa: proteger los derechos humanos de las personas LGBTI no es una concesión, sino una obligación que tiene contraída Armenia en virtud del derecho internacional”, ha dicho Dalhuisen. 

Homofobia y transfobia en Tiflis

El jueves, una marcha pacífica que discurría por el centro de Tiflis con motivo del Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia fue atacada por un grupo de cristianos ortodoxos y miembros de la “Unión de Padres Ortodoxos”, que comenzaron a insultar y amenazar a los miembros de IDENTOBA, organización georgiana de defensa de los derechos de las personas LGBTI. 

El grupo de contramanifestantes, entre los que había sacerdotes ortodoxos, impidió que la marcha llegara al Parlamento de Georgia dando puñetazos e insultando a gritos a los manifestantes pacíficos. Según los informes, los enfrentamientos estallaron cuando los contramanifestantes agredieron a los asistentes a la marcha rompiendo sus pancartas.

En una grabación de vídeo del incidente se ve cómo la policía interviene en el momento que se inicia una pelea entre ambos grupos. Fueron detenidas cinco personas –tres de ellas manifestantes de IDENTOBA–, que quedaron en libertad poco después. 

“Una señal de una sociedad tolerante es permitir que se lleven a cabo protestas pacíficas e impedir la discriminación”, ha dicho Dalhuisen. 

Las autoridades deben respetar la libertad de expresión de todos los grupos sin discriminación. Esto incluye proteger las manifestaciones pacíficas de los ataques violentos.

“La policía en Tiflis no impidió que la violencia homofóbica y transfóbica empañara la marcha del Día Internacional contra la Homofobia, y ahora debe investigar dónde estuvo el fallo y aplicar medidas para mejorar la actuación policial en manifestaciones pacíficas en el futuro”, ha añadido Dalhuisen.

Motivos de preocupación en Bakú en vísperas de Eurovisión

Grupos de personas LGBTI en el vecino Azerbaiján, otro país del Cáucaso Meridional, también han planteado su preocupación por la seguridad de los participantes LGBTI durante el próximo festival de la canción de Eurovisión, que se celebrará en la capital del país, Bakú, del 22 al 26 de mayo. 

Las relaciones entre personas del mismo sexo no están tipificadas como delito en Azerbaiyán desde 2001, pero hasta ahora este país no ha promulgado leyes que prohíban específicamente la discriminación por motivos de orientación sexual e identidad de género y brinden verdadera protección a las personas LGBTI. Siguen imperando la homofobia y la transfobia y se han hecho pocos avances para cambiar las actitudes de la opinión pública y las prácticas discriminatorias contra las personas LGBTI.