Malí: Urge tomar medidas para proteger a la población civil

Los grupos armados islamistas y tuaregs que han tomado las ciudades de Kidal, Gao y Timbuctú, en el norte del país, deben proteger a la población civil en las zonas bajo su control; así lo ha manifestado hoy Amnistía Internacional.En Gao, la organización ha recibido informes según los cuales hombres armados han disparado al aire y saqueado edificios públicos y privados, incluido el hospital.Un testigo que vive allí ha contado hoy lo siguiente a Amnistía Internacional: “Hombres armados están entrando en las casas y cometiendo saqueos. Están disparando al aire y estamos todos aterrorizados. Nos hemos quedado indefensos.”En Gao, una mujer tuvo que dar a luz en la calle mientras el hospital era saqueado por hombres armados. Un paciente murió al retirarse la asistencia médica.“Los grupos armados que han tomado estas localidades en los tres últimos días deben garantizar que no se cometen abusos y que, si se cometen, van a tomar medidas y a apartar de sus filas a todos los implicados”, ha afirmado Gaëtan Mootoo, investigador de Amnistía Internacional sobre África Occidental.“Es preciso poner fin a los saqueos para que la población civil pueda retomar su vida en condiciones de seguridad.” “Impera una atmósfera de terror y confusión, sobre todo en Gao. La población debe tener la seguridad de que, si se queda, no va a sufrir daños.”En Timbuctú, los informes recibidos indican que un joven resultó muerto el domingo por una bala perdida cuando caminaba por la calle.A medida que aumenta el caos crece también el número de personas que huyen de sus casas.Un habitante de Kidal ha contado lo siguiente a Amnistía Internacional esta mañana: “Pretendo salir de la ciudad con mi familia, pero hay lista de espera en la estación de autobuses. Espero tener billete para el miércoles.”El Movimiento Nacional de Liberación de Azawad, grupo armado de oposición tuareg, lanzó un levantamiento militar en el norte del país a finales de enero de 2012.Mientras, el grupo islámico Ansar Dine, que aboga por la aplicación de la ley islámica (sharia) en Malí, también se ha enfrentado al ejército nacional.Desde el inicio del levantamiento, más de 200.000 personas han huido del norte de Malí y se calcula que unas 100.000 han cruzado a países limítrofes: Mauritania, Níger, Argelia y Burkina Faso.“El peligro de crisis humanitaria es real, ya que las agencias humanitarias están teniendo muchos problemas para acceder a los que necesitan ayuda -ha asegurado Gaëtan Mootoo-. La situación es aun más grave debido a que toda la región del Sahel se enfrenta a una crisis alimentaria generalizada.”En Bamako persiste la situación inestable 10 días después del golpe militar que derrocó al presidente de Malí, Amadú Tumani Turé.El jefe de la nueva junta gobernante de Malí prometió el domingo restablecer la Constitución, horas antes de que se cumpliera el plazo fijado por la Comunidad Económica de Estados del África Occidental (CEDEAO) para que empezara a restituir el poder si no quería enfrentarse a sanciones.