Posible prisión para activista bielorruso acusado de fraude fiscal por “motivos políticos”

Las autoridades bielorrusas deben dejar de inmediato en libertad a un destacado activista de los derechos humanos y preso de conciencia que se enfrenta a siete años de cárcel por cargos de evasión de impuestos presentados contra él por “motivos políticos”, ha manifestado Amnistía Internacional hoy. 

Ales Bialiatski, director del Centro de Derechos Humanos Viasna (Primavera), compareció ayer, primer día de su juicio, en un juzgado de Minsk dentro de una jaula metálica. 

Está acusado de “ocultación de ingresos en gran escala” en relación con unos fondos que tenía en cuentas personales de Lituania y Polonia y que utilizaba para apoyar el trabajo de Viasna en Bielorrusia. Él afirma que necesitaba esas cuentas para financiar la labor de Viasna porque el gobierno bielorruso le impedía tener el dinero dentro del país. 

“Ales Bialiatski ha sido víctima de una inquietante campaña de represión emprendida en Bielorrusia contra los activistas y defensores de los derechos humanos –ha manifestado John Dalhuisen, director adjunto del Programa de Amnistía Internacional para Europa y Asia Central–. Las autoridades bielorrusas tienen derecho a sancionar el delito de evasión de impuestos, pero es evidente que esta acusación se ha formulado por motivos políticos, simplemente para silenciar el trabajo de Ales Bialiatski en defensa de los derechos humanos.” 

“Al no permitir el registro de ONG e impedirles, por tanto, desarrollar sus actividades libremente, el gobierno de Bielorrusia obliga a los activistas como Ales Bialiatski a abrir cuentas bancarias en países vecinos para financiar su trabajo–, ha añadido–. Tiene que ser puesto en libertad de inmediato y sin condiciones.” 

Desde 2005 es delito en Bielorrusia actuar en nombre de una organización no registrada. 

Las autoridades bielorrusas dejaron de reconocer a Viasna en 2003 y prohibieron abrir una cuenta bancaria en su nombre en el país. 

Ales Bialiatski, que es también vicepresidente de la Federación Internacional de los Derechos Humanos, está considerado por Amnistía Internacional preso de conciencia, detenido únicamente por el ejercicio pacífico de su derecho a la libertad de expresión en su trabajo. 

Fue detenido el 4 de agosto en Minsk, por empleados del Departamento de Investigaciones Económicas vestidos de civil, tras haber proporcionado Polonia y Lituania sus datos bancarios a las autoridades bielorrusas. 

Tanto las autoridades polacas como las lituanas han pedido públicamente disculpas a Ales Bialiatski y a su familia por haber facilitado esta información a Bielorrusia. Ambos países han suspendido además acuerdos bilaterales de asistencia jurídica con Bielorrusia por el uso de esta información. 

Al juicio de Ales Bialiatski asisten diplomáticos de la UE en Minsk. No obstante, a gran número de observadores internacionales que habían solicitado un visado para asistir también a él, se les ha negado. 

Desde las elecciones presidenciales de diciembre de 2010 se ha producido un deterioro sin precedentes de la situación de los derechos humanos en Bielorrusia. Se ha detenido a figuras clave de la oposición y se las ha maltratado y condenado en juicios injustos. Las ONG, los activistas de la sociedad civil y los periodistas que se muestran críticos sufren hostigamiento constante, y Viasna y su personal están sometidos a una presión creciente de las autoridades.