Finlandia debe iniciar nuevas investigaciones sobre los vuelos estadounidenses para entregas extraordinarias

Las autoridades finlandesas deben iniciar nuevas investigaciones sobre la información que acaba de darse a conocer, a fin de determinar si en su país aterrizaron vuelos estadounidenses para entregas extraordinarias, ha afirmado hoy Amnistía Internacional. 

La semana pasada, el Ministerio de Asuntos Exteriores hizo pública información que desvelaba que en Finlandia había habido 150 aterrizajes de aviones relacionados con los programas de detención secreta y entregas extraordinarias de la CIA, pero afirmó que sólo pretendía que Estados Unidos aclarase información sobre uno de los vuelos, a pesar de los interrogantes en torno a una serie de ellos. 

El ministerio también afirmó que, salvo en un caso, todos los vuelos que aparecían en el conjunto de datos eran de carácter “civil”, y, por lo tanto, no estaban relacionados con actividades ilegales por parte de Estados Unidos o cualquier otro Estado. 

 “Aunque aplaudimos que Finlandia haya publicado la información, es sólo un primer paso”, ha afirmado Julia Hall, experta de Amnistía Internacional en lucha contra el terrorismo y derechos humanos. 

 “El material plantea más preguntas que respuestas, y ofrece numerosas razones para realizar nuevas investigaciones. Desde el punto de vista jurídico, Finlandia tiene la obligación de investigar, pues sabemos que muchas de las personas objeto de entregas extraordinarias fueron torturadas o sometidas a otros malos tratos.” 

Las autoridades finlandesas identificaron un avión operado por Miami Air, con número de matrícula N733MA, que había viajado entre la base de tránsito de la Fuerza Aérea estadounidense en Manas, Kirguistán, y Finlandia en diciembre de 2002. El avión voló de Helsinki a Kirguistán y regresó a Helsinki el mismo día. Previamente, las autoridades estadounidenses se habían puesto en contacto con las finlandesas y habían solicitado permiso de aterrizaje para los vuelos, que fue concedido por el Ministerio de Defensa finlandés. 

 “La distinción que hace el gobierno finlandés entre avión “civil” y “estatal” en el contexto de las entregas extraordinarias es a todas luces falsa”, ha manifestado Julia Hall. 

“Es un hecho bien documentado y ampliamente reconocido que la CIA contrató a empresas de transporte privadas –algunas de las cuales aparecen en la información publicada recientemente– para llevar a cabo entregas extraordinarias. La CIA ocultó deliberadamente estas operaciones encubiertas tras compañías aéreas privadas, y ahora el gobierno finlandés está obstaculizando a sabiendas la posible índole de estos aviones denominados ‘civiles’.  Deben iniciarse nuevas investigaciones sobre todos los vuelos sospechosos, no solo sobre uno.” 

No está claro cuál es la procedencia exacta de esta información. Amnistía Internacional remitirá al gobierno una petición de seguimiento en la que solicitará información y aclaraciones adicionales sobre datos clave, para, entre otras cosas, averiguar si se registró información sobre los despegues y aterrizajes reales o sobre los planes de vuelo; los nombres completos de las compañías que operaron el vuelo; el número de tripulantes y pasajeros a bordo de cada vuelo; la trayectoria de vuelo completa de cada avión; y si se siguieron procedimientos de control aduanero o fronterizo. 

A pesar de las aseveraciones del gobierno finlandés, en el caso de varios vuelos existen motivos de preocupación por la posible complicidad de Finlandia con el programa de entregas extraordinarias de la CIA. Por ejemplo: 

* Un vuelo de marzo de 2006, con número de matrícula N733MA, que aterrizó en Helsinki en la misma fecha en que las autoridades lituanas admiten que aterrizó en Lituania. El gobierno lituano ha reconocido que contó con dos prisiones secretas de la CIA que habían sido preparadas para albergar a detenidos; 

Un vuelo de julio de 2005, con número de matrícula N1HC, que viajó desde Kabul, Afganistán, a Helsinki. En 2006, un informe del Parlamento Europeo había identificado a ese avión como uno de los relacionados con el programa de entregas extraordinarias; Un vuelo de septiembre de 2004, con número de matrícula N88ZL, que viajó desde Bagram, Afganistán, a Helsinki. En 2010, un estudio de la ONU sobre la detención secreta afirmó que ese mismo día el avión había aterrizado en Lituania. El año anterior, Amnistía Internacional había solicitado una investigación sobre este vuelo. Solicitar a Estados Unidos información sobre sus operaciones encubiertas no supone investigar, sino llegar a un callejón sin salida”, ha declarado Julia Hall.   

Estados Unidos ya ha dicho que no va a compartir esa información, ni siquiera con sus aliados cercanos. La investigación puede y debe continuar en Finlandia con una revisión exhaustiva y transparente de sus propios registros. Las afirmaciones del gobierno finlandés de que ya ha hecho todo lo posible son sencillamente poco creíbles. Aún no sabemos todo lo que ocurrió.” 

Esta semana, Amnistía Internacional remitirá al gobierno una respuesta más detallada, en la que solicitará información y aclaraciones adicionales. La organización seguirá presionando para que Finlandia rinda cuentas plenamente por su participación en los programas de entregas extraordinarias y detención secreta dirigidos por Estados Unidos.