Siria: Se descubre una campaña para silenciar a los manifestantes

En un nuevo documento publicado hoy, Amnistía Internacional afirma que manifestantes sirios en Europa y América han sido objeto de seguimiento y acoso sistemáticos por parte de funcionarios de la embajada y de otras personas aparentemente afines al régimen sirio.El documento, titulado The Long Reach of the Mukhabaraat, incluye casos de más de 30 activistas en ocho países –Canadá, Chile, Francia, Alemania, España, Suecia, Reino Unido y Estados Unidos– que afirman haber sufrido intimidación por parte de funcionarios diplomáticos y otros, y que, al parecer, en algunos casos sus familias en Siria han sufrido hostigamiento, detención e incluso tortura.“A través de la protesta pacífica, ciudadanos sirios expatriados han intentado llamar la atención sobre unos abusos que nuestra organización considera equivalentes a crímenes de lesa humanidad, lo que representa una amenaza para el régimen sirio –afirmó Neil Sammonds, investigador de Amnistía Internacional sobre Siria–. Aparentemente, la respuesta del régimen ha sido poner en marcha una campaña sistemática, y en ocasiones violenta, para intimidar a los sirios en el extranjero y silenciarlos.”“Esto no es sino otra muestra de que el gobierno sirio no va a tolerar la opinión disidente legítima y está dispuesto a ir muy lejos para amordazar a quienes lo cuestionan públicamente.” En muchos casos, la organización descubrió que el personal de la embajada siria primero había grabado o fotografiado a participantes en la protesta y después había acosado a esas personas por diversos medios –llamadas telefónicas y mensajes por correo electrónico y a través de Facebook– para advertirles que lo dejaran. Algunos activistas dicen que fueron directamente amenazados por funcionarios de la embajada. Un alto funcionario se puso directamente en contacto con Naima Darwish, quien había creado una página en Facebook para convocar protestas ante la Embajada de Siria en Santiago de Chile, y le pidió que se vieran en persona. “Me dijo que no debía hacer esas cosas –contó a Amnistía Internacional–. Y que perdería mi derecho a volver a Siria si perseveraba.” Varios sirios descubrieron que familiares suyos en Siria estaban sufriendo persecución por parte de las fuerzas de seguridad, aparentemente con la intención de disuadirles de continuar con sus actividades en el extranjero, con consecuencias potencialmente demoledoras.

El hermano de Imad Mouhalhel, Aladdin, estuvo cuatro días detenido en Siria, en julio. Después de que presuntamente lo torturaran, le mostraron fotografías y vídeos de las protestas ante la Embajada de Siria en España y le dijeron que identificara a Imad entre los participantes.El 29 de agosto volvieron a detener a Aladdin y, al parecer, lo obligaron a telefonear a Imad para pedirle que dejara de acudir a las protestas. Imad y su familia no han vuelto a tener noticias de Aladdin desde entonces, y están profundamente preocupados por su seguridad bajo custodia.La madre de Malek Jandali, de 66 años, y el padre, de 73, sufrieron un ataque en su domicilio de Homs después de que Malek, pianista y compositor de 38 años, actuara en julio en una manifestación en favor de la reforma ante la Casa Blanca, en Estados Unidos. Malek contó a Amnistía Internacional que sus progenitores habían sido golpeados y encerrados en el cuarto de baño mientras su piso era saqueado. Los agentes dijeron al padre y la madre: “Esto es lo que le pasa a uno cuando su hijo se burla del gobierno.” Después de aquello habían huido del país. Al parecer, se ha obligado a personas en Siria a repudiar públicamente a sus familiares en el extranjero. Sondos Sulaiman grabó un vídeo en junio desde Alemania en el que pedía a sus compañeros alauitas –grupo minoritario al que pertenece la familia Asad, en el poder– que desafiaran al régimen. Contó lo siguiente a Amnistía Internacional: “Mi hermano apareció en la televisión estatal siria denunciando este vídeo y diciendo cosas feas de mí para arruinar mi reputación. Estoy segura de que no lo hizo por voluntad propia.” Sondos no ha podido ponerse en contacto con ningún miembro de su familia para conocer su situación, especialmente la de su hermano. Amnistía Internacional dijo que era necesario que los países de acogida tomaran medidas más contundentes contra las embajadas sirias acusadas de organizar estos actos de hostigamiento e intimidación, y pidió a los gobiernos de los países afectados que protegieran el derecho a la libertad de expresión y de asociación. La organización tiene entendido que los gobiernos de Estados Unidos y Reino Unido han planteado el asunto a los embajadores de Siria ante Washington y Londres, respectivamente. Según contaron a Amnistía Internacional manifestantes en España, iban a presentar una denuncia formal ante las autoridades judiciales locales. “Confiamos en que los gobiernos actúen ante las acusaciones verosímiles de abusos sin esperar a la presentación de denuncias formales –afirmó Neil Sammonds–. Muchas de las personas con las que hemos hablado tienen demasiado miedo de lo que pueda pasarles para presentar denuncia ante la policía.” “Esperamos que se procese a todo funcionario responsable de tales actos y que, si en su calidad de diplomático resulta inmune al procesamiento, se le pida que abandone el país.”