Pakistán debe procesar a los asesinos del ministro de las Minorías

Amnistía Internacional ha pedido al gobierno paquistaní que garantice que los asesinos de Shahbaz Bhatti, ministro de las Minorías del país, comparecen ante la justicia.

Bhatti, el único miembro cristiano del gabinete y uno de los pocos políticos destacados del país que pedía la reforma de las polémicas leyes sobre blasfemia, murió hoy en la capital, Islamabad, después de que tres hombres armados abrieran fuego contra su automóvil mientras se dirigía al trabajo.

“El gobierno paquistaní debe actuar de inmediato para llevar a los asesinos ante la justicia en un juicio en el que se respeten las normas internacionales. La continua ausencia de rendición de cuentas de los perpetradores de abusos está erosionando gravemente el Estado de derecho en Pakistán”, ha declarado Sam Zarifi, director del Programa para Asia y Oceanía de Amnistía Internacional.

Bhatti había recibido amenazas de grupos contrarios a las reformas de las leyes sobre blasfemia.

Esta muerte se ha producido después del asesinato en enero de Salman Taseer, gobernador de la provincia de Punyab, que también criticaba abiertamente estas leyes.

“Estas violaciones prosperan en la atmósfera de impunidad e irresponsabilidad que propicia el incumplimiento por parte del gobierno de sus obligaciones en materia de derechos humanos”, añadió Sam Zarifi.  “El gobierno debe evitar las prácticas forenses incorrectas que han caracterizado investigaciones anteriores, como los casos de Taseer y de la ex primera ministra Benazir Bhutto.”

Según informes, los talibanes paquistaníes han reivindicado la responsabilidad de la muerte de Bhatti y han advertido a otras personas que han criticado las leyes sobre blasfemia que correrán la misma suerte.

En los últimos dos meses, varias personas que han criticado estas leyes han recibido amenazas de muerte.

Miembros de grupos religiosos minoritarios han declarado a Amnistía Internacional que reciben cada vez más amenazas de grupos extremistas.

“En última instancia, el gobierno de Pakistán tiene la responsabilidad de proteger a sus ciudadanos de la violencia de los grupos extremistas. El presidente Zardari —y las fuerzas de seguridad— deben aumentar la protección de todos los paquistaníes que han pedido la reforma de las leyes sobre blasfemia del país”, concluyó Sam Zarifi.