China: Acoso a la nueva generación de activistas de Internet

Los llamamientos hechos a través de Internet para que China lleve a cabo su propia “revolución jazmín” tras las protestas de Oriente Medio y el Norte de África han dado lugar a la más fuerte oleada de detenciones de activistas chinos emprendida en años, ha señalado Amnistía Internacional hoy.

Más de un centenar de activistas, muchos de ellos usuarios de Twitter y redes de blogs, han sido sometidos a vigilancia e intimidaciones por las fuerzas de seguridad o se encuentran en paradero desconocido desde finales de febrero. 

 “Las autoridades no están deteniendo sólo a disidentes veteranos, sino que están intentando silenciar a toda una generación de ciberactivistas”, ha manifestado Catherine Baber, directora adjunta del Programa de Amnistía Internacional para Asia y Oceanía.

 “Las autoridades chinas deben poner fin a la represión de los llamamientos en favor de la reforma política pacífica y escuchar la voces de quienes demandan un cambio.”

Es la peor campaña de detenciones desde 2009, cuando se detuvo a millares de personas tras los mortales disturbios de Urumqi, capital de la Región Autónoma Uigur del Sin-kiang.

Los llamamientos en favor de una “revolución jazmín” que se hicieron en China en febrero consistían en animar a través de Internet a “pasearse” por determinados lugares públicos los domingos por la tarde. Ante la fuerte presencia de fuerzas de seguridad del Estado, no se llegaron a producir concentraciones significativas de personas. 

Se ha detenido a unos 24 activistas, acusándolos de delitos contra la seguridad como ”subvertir el poder del Estado”, en algunos casos simplemente por haber mencionado la expresión “revolución jazmín” en el sitio web de microblogs Twitter.

Entre ellos figuran “ciberciudadanos” que no habían sido detenidos jamás y que sólo desarrollaban actividades en Internet. Muchos jóvenes blogueros y usuarios de Twitter chinos se llaman a sí mismos “ciberciudadanos”, es decir, ciudadanos activos en Internet, en vez de “activistas”.

Un joven “ciberciudadano” se encuentra detenido, acusado de “reunión ilegal”, por haber hablado en Twitter de detenciones policiales de personas que “se paseaban” por el distrito comercial de Wangfujing de Pekín en febrero.

Hay 22 personas más detenidas sin cargos, entre ellas destacados abogados de derechos humanos activos en plataformas de blogs y en Twitter, como Teng Biao, Tang Jitian, Jiang Tianyong y Feng Zhenghu.

Al menos 69 activistas y ciberciudadanos más han estado detenidos brevemente, han sido sometidos a vigilancia y control policiales o han desaparecido. 

 “El miedo es palpable en muchas provincias. Algunas de estas personas no han hecho más que utilizar Twitter y redes de blogs; jamás han sido detenidas ni acusadas de ninguno de los graves cargos políticos que se formulan en China”, ha explicado Catherine Baber.

El usuario de Twitter Hua Chunhui fue detenido en febrero en la provincia de Jiangsu, por el cargo de “poner en peligro la seguridad del Estado”, tras haber sido acusado por la policía de enviar mensajes donde se utilizaba la expresión “revolución jazmín” desde su cuenta de Twitter @wxhch64.

Su novia, Cheng Jianping, había sido condenada a un año de reeducación por el trabajo en noviembre de 2010 por reenviar en Twitter un comentario satírico de Hua sobre manifestaciones antijaponesas.

Liang Haiyi, ciberactivista apodada “Miaoxiao”, ha sido detenida en Harbin, provincia de Heilongjiang, y acusada formalmente de “subversión del poder del Estado” por publicar información sobre la “revolución jazmín” en la red social china QQ.

Este tipo de cargos suelen dar lugar a la imposición de severas penas de cárcel a activistas pacíficos.

 “Esta campaña de represión masiva revela que al gobierno chino le pone nervioso el ejemplo de los movimientos populares extranjeros que utilizan Internet para luchar por sus libertades”, ha manifestado Catherine Baber.

 “En vez de temer que se produzcan disturbios, las autoridades chinas deben fomentar la participación y hacer valer el derecho a expresar opiniones distintas, a fin de abordar los problemas de justicia social, corrupción y desigualdad del país.”