Yemen debe evitar la represión violenta de las protestas poniendo freno a sus fuerzas de seguridad

 Amnistía Internacional  ha condenado hoy la actuación de las fuerzas de seguridad yemeníes, que golpearon con varas a los manifestantes y, según informes, les aplicaron descargas con porras eléctricas en medio de las manifestaciones en curso inspiradas en los movimientos de protesta de Túnez y Egipto.

Efectivos de seguridad, tanto de uniforme como de civil, atacaron a una multitud de unas 2.000 personas que protestaban pacíficamente en Saná ayer; parece ser que también hoy han golpeado a manifestantes tanto en Saná como en Taiz.

“Estamos consternados por los informes de ataques violentos contra manifestantes pacíficos por parte de las fuerzas de seguridad. Yemen debe contener de inmediato a las fuerzas de seguridad y evitar el uso excesivo de la fuerza” afirmó Philip Luther, director adjunto del Programa de Amnistía Internacional para Oriente Medio y Norte de África.

Khaled al Ansi, abogado y activista de derechos humanos, contó a Amnistía Internacional que las fuerzas de seguridad lo agredieron con porras eléctricas durante la manifestación de ayer en Saná, y oyó que otros manifestantes gritaban: “¡descarga eléctrica!” al recibir los golpes.

“Dada la persistencia de la tortura en Yemen, no se puede permitir que sus fuerzas de seguridad utilicen porras de descarga eléctrica. Es demasiado fácil hacer uso indebido de ellas” manifestó Philip Luther.

Con esta clase de porra se puede causar dolor extremo y, pulsando un botón, aplicar descargas eléctricas repetidamente sin dejar señales notables. 

Según testigos presenciales, miembros de las fuerzas de seguridad distribuyeron entre sus colegas instrumentos que parecían porras con antelación a los ataques, a su llegada hacia el final de la manifestación de ayer en Saná.  La periodista Samia al Ghabari contó a Amnistía Internacional que a ella la habían dejado inconsciente de un golpe después de caer al suelo, empujada por un miembro de las fuerzas de seguridad vestido de civil que había intentado llevársela durante la operación de represión de la manifestación.

Según la información recibida, más de 120 personas fueron detenidas durante las manifestaciones en la calle Tahrir de la ciudad de Taiz durante el fin de semana del 12-13 de febrero para celebrar el cambio político en Egipto. Al parecer, hoy se ha detenido a varias decenas más en Taiz. La mayoría ya están en libertad.

Los partidos de oposición anunciaron el 13 de febrero que habían acordado entablar un diálogo nacional con el presidente yemení, Alí Abdulá Salé, dirigido a distender las tensiones políticas en la calle.

Pero los manifestantes han proseguido con sus protestas ya que temen que tales conversaciones resulten improductivas.

“Golpeando a la población con varas o porras eléctricas, el gobierno de Yemen no va a ganarse su confianza –afirmó Philip Luther–. Para demostrar que el gobierno está dispuesto a adoptar cambios significativos, las autoridades deben, como mínimo, garantizar al pueblo yemení su derecho a expresar sus opiniones y a protestar pacíficamente sin miedo a sufrir ataques.”