Político croata debe afrontar una investigación por presuntos crímenes de guerra

Amnistía Internacional ha reiterado su llamamiento a las autoridades croatas para que investiguen las denuncias según las cuales un destacado político no evitó los crímenes de guerra cometidos por las fuerzas croatas durante el conflicto de 1991-1995.

Vladimir Šeks, vicepresidente del Parlamento en la actualidad y destacada figura política en la región de Eslavonia oriental en 1991, se enfrenta a nuevas acusaciones según las cuales no evitó los graves abusos perpetrados por las fuerzas bajo su mando.

El 13 de enero, la ONG croata Iniciativa Juvenil por los Derechos Humanos presentó el testimonio de una testigo que afirmaba que Vladimir Šeks no había investigado su denuncia de un crimen presuntamente cometido por sus subordinados en 1991. La ONG aportó declaraciones de otros cinco testigos relacionadas con otros crímenes presuntamente cometidos por entonces en Eslavonia oriental.

“Es preciso que se investiguen las denuncias contra Vladimir Šeks. Existe abundante documentación que demuestra que durante la guerra desempeñaba un importante cargo político,  jefe del gabinete de crisis en Eslavonia oriental, y que sus subordinados cometieron crímenes con impunidad”, ha afirmado Nicola Duckworth, directora del Programa de Amnistía Internacional para Europa y Asia Central.

“No se puede permitir a esta persona que haga uso indebido de su autoridad como figura política influyente con el propósito de bloquear el proceso de justicia.”

Parece ser que las fuerzas croatas bajo el mando de Vladimir Šeks torturaron a civiles durante el conflicto desencadenado a raíz de la desintegración del Estado de Yugoslavia.

En su informe, titulado Behind the Wall of Silence: Prosecution of War Crimes in Croatia, publicado en diciembre de 2010, Amnistía Internacional expresaba la preocupación de que, hasta la fecha, destacados militares y dirigentes políticos croatas siguen eludiendo la investigación por presuntos crímenes de guerra.  Tras la publicación del informe se detuvo a Tomislav Merèep, una de las personas citadas en él, y la Fiscalía General del Estado de Croacia abrió una investigación contra él.

En relación con la presunta culpabilidad de Vladimir Šeks, Amnistía Internacional documentó en su informe las denuncias contra Vladimir Šeks por su posible responsabilidad en la cadena de mando en relación con los crímenes cometidos en la localidad de Osijek en 1991. Las acusaciones se basaban en información públicamente disponible, como sentencias judiciales y declaraciones de varios testigos ante los tribunales.

“Según los Convenios de Ginebra, en los que Croacia es Estado Parte, se considera que los superiores tanto militares como civiles son penalmente responsables por los actos cometidos por sus subordinados si tenían conocimiento –o disponían de información que así lo indicaba– de que sus subordinados estaban cometiendo o se proponían cometer tales crímenes de derecho internacional.”

“Las heridas abiertas por la guerra en Croacia aún no han cerrado. La rendición de cuentas por los crímenes de guerra y la reparación de las víctimas y sus familiares con independencia de su origen étnico, junto con un debate sincero y documentado en la esfera pública, ayudarán a Croacia a avanzar”, ha afirmado Nicola Duckworth.

Información general Vladimir Šeks es miembro del Parlamento croata desde que se proclamó la independencia del país en 1991 como representante de la Unión Democrática Croata (Hrvatska Demokratska Zajednica, HDZ). Ocupó varios altos cargos públicos: presidente (diciembre de  2003-enero de 2008) y vicepresidente (de enero de 2008 hasta hoy) del Parlamento, viceprimer ministro (1992-1995) y fiscal general del Estado (de abril a agosto de 1992).