Paraguay: Pueblos indígenas cuentan sus casos

Amnistía Internacional ha ayudado a realizar un singular proyecto fotográfico, por medio del cual dos comunidades indígenas de Paraguay cuentan sus casos a través de imágenes tomadas por ellas mismas.

Junto con la ONG Photovoice y la ONG paraguaya Tierra Viva, Amnistía Internacional ha respaldado un proyecto que permite a los Yakye Axa y los Sawhoyamaxa, comunidades que luchan por recuperar el derecho a vivir en sus tierras ancestrales, hacer fotografías que reflejan sus esfuerzos y cuentan su vida cotidiana.

“Los Yakye Axa y los Sawhoyamaxa llevan muchos años viviendo en una estrecha franja de tierra al borde de una carretera, mientras esperan el momento de poder regresar a sus tierras ancestrales. Este proyecto les permite expresar sus demandas, sus esperanzas y sus expectativas para el futuro”, ha explicado Louise Finer, investigadora de Amnistía Internacional sobre Sudamérica.

El proyecto forma también parte de Un viaje a los Derechos, sitio web dirigido a amplificar la voz de quienes viven en la pobreza y poner de relieve cómo los abusos contra sus derechos impiden a estas personas salir de su situación. El sitio anima a actuar y a mostrar solidaridad con otras personas y comunidades del mundo. Muestra los vínculos existentes entre situaciones geográficas o sociales muy distintas –como la discriminación de los romaníes en Europa, la seguridad de las mujeres en los asentamientos precarios de Nairobi y la lucha de estas comunidades indígenas en Paraguay– y las soluciones, basadas en derechos, que las mejorarían.

Las fotografías documentan las tierras que estas comunidades han perdido, los animales que tienen, la escuela que han construido y sus intentos de conseguir servicios básicos para sobrevivir en un medio ambiente de por sí difícil.

Los Yakye Axa y los Sawhoyamaxa llevan más de dos decenios luchando por regresar a sus tierras tradicionales, que son esenciales para su identidad y su forma de vida. Hasta ahora, los sucesivos gobiernos han hecho caso omiso de sus peticiones.

“Las tierras ancestrales de las comunidades son la base de su cultura, su vida espiritual y su supervivencia, y sus fotografías muestran la urgencia de sus demandas”, ha manifestado Louise Finer.

Se ha organizado una exposición de estas fotografías en la capital paraguaya, Asunción; concretamente en el Museo de la Memoria, lugar creado para reflexionar sobre los abusos cometidos durante las dictaduras militares que gobernaron Paraguay entre 1954 y 1989.

Las imágenes:

A través de nuestros ojos – “Tierra”Estas son fotografías de las tierras que han perdido y del lugar donde viven ahora: una franja de tierra al borde de una carretera. Una voz de la exposición: Edgar Benítez: “Al no tener nuestra tierra sepultamos a los muertos al costado de la ruta”.

– A través de nuestros ojos – “Trabajo”. Éstas cuentan cómo recorren a pie largas distancias para cazar animales con los que alimentar a la comunidad, y muestran también el trabajo que realizan las mujeres para buscar leña para el fuego con que cocinar. Una voz de la exposición. Javier Florentín: “Así vamos de caza al monte a buscar animales. Allí pasamos sed, hambre, frío y cansancio para alimentar a nuestras familias. Caminamos 16 km. Nos quedamos por el camino a dormir”.

– A través de nuestros ojos – “Agua, alimentación y salud”Esta serie muestra la lucha por conseguir alimentos para los niños, el largo camino que recorren hasta el estanque más próximo para conseguir agua limpia y el poco acceso que tienen a la atención de la salud, limitado prácticamente a la visitas de un enfermero del sistema de salud. Una voz de la exposición. Edgar Benítez: “Los niños ya tienen otra vez algo para comer, un armadillo. Hace tiempo que no viene la Secretaría de Emergencia Nacional para alimentos”.

– A través de nuestros ojos – “Educación y cultura”. En la escuela que han construido con sus propias manos estudian niños y niñas de primer a sexto grado. A veces dan la clase fuera del aula, demasiado pequeña para que quepan todos. A pesar de las dificultades que encuentran para conservar su cultura debido a la pérdida de sus tierras, las comunidades se esfuerzan por mantener sus ritos ancestrales, desde el chamanismo hasta los juegos tradicionales. Una voz de la exposición. Javier Florentín: “La danza es parte de nuestra cultura tradicional. Danzamos en nuestra comunidad. Nuestra danza se llama Chokeada”.

A través de nuestros ojos – “Nuestros derechos son nuestra esperanza” Por medio de dibujos, los niños y niñas de las comunidades Yakye Axa y Sawhoyamaxa expresan su esperanza en que se hagan un día realidad las resoluciones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que hacen valer sus derechos.  

Información complementaria A lo largo del tiempo, las tierras tradicionales de los Yakye Axa y los Sawhoyamaxa han ido cayendo poco a poco en manos de particulares. En 1991 y 1993, respectivamente, los Sawhoyamaxa y los Yakye Axa entablaron un proceso judicial para recuperar sus tierras.

En 2005 y 2006, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ordenó a Paraguay devolverles sus tierras tradicionales, pero hasta ahora no se ha efectuado la devolución. El gobierno no ha cumplido los plazos impuestos por la Corte para ello.

En junio del año pasado, el Parlamento paraguayo rechazó una propuesta de expropiación de tierras reclamadas por los Yakye Axa con las decisiones de la Corte Interamericana en la mano.

Se cree que, debido a la falta de servicios médicos básicos en sus pueblos provisionales, en los 10 últimos años han muerto a causa de enfermedades evitables más de 27 personas de ambas comunidades.

Según el último censo de pueblos indígenas, realizado en 2002, el 45 por ciento de los indígenas de Paraguay no tienen la titularidad legal definitiva de sus tierras.

Enlaces Un Viaje a los Derechoshttps://www.amnesty.org/es/rightsjourney