Kenia: El gobierno debe proteger a la ciudadanía durante el referéndum

Amnistía Internacional pide a los políticos de Kenia que no inciten a la violencia o el odio étnico y que las fuerzas de seguridad protejan a la población frente a las violaciones de derechos humanos durante un referéndum clave sobre una nueva Constitución.

El ambiente es muy tenso en vísperas de la votación del 4 de agosto. Las elecciones más recientes celebradas en Kenia, en diciembre de 2007, dieron lugar a una oleada de violencia y homicidios policiales asociados con ella en la que más de un millar de personas perdieron la vida. La ONU ha estimado que más de 500.000 personas tuvieron que desplazarse de sus hogares.

“No es inevitable otro baño de sangre, siempre que los políticos kenianos actúen con responsabilidad, no aviven las tensiones étnicas y eviten hacer declaraciones que puedan interpretarse como una apología del odio étnico o una incitación a la violencia”, ha manifestado Justus Nyang’aya, director de Amnistía Internacional Kenia.

“El referéndum brinda también la oportunidad de que las fuerzas de seguridad de Kenia demuestren que son capaces de cumplir con sus deberes profesionales de acuerdo con las normas internacionales de derechos humanos, especialmente en un momento como este, de aumento de la tensión política”, ha declarado Justus Nyang’aya.

Durante las elecciones de 2007, algunos agentes de la policía y las fuerzas de seguridad de Kenia hicieron uso de fuerza excesiva, por ejemplo disparando munición real contra la multitud para sofocar la violencia y las protestas masivas.

Como parte del acuerdo de reparto de poder que puso fin a la mortal oleada de violencia que siguió a las controvertidas elecciones presidenciales de 2007, se acordó que se redactaría una nueva Constitución.

Si se aprueba, la nueva Constitución, entre otras cosas, pondrá controles al poder presidencial y garantizará un mayor traspaso de competencias a las regiones.

Pese a los reiterados llamamientos realizados por las organizaciones de derechos humanos antes del referéndum para que los políticos moderaran su lenguaje, sigue existiendo preocupación porque el discurso del odio ya ha creado en partes del país divisiones que podrían conducir a la violencia.

La Comisión Nacional de Derechos Humanos de Kenia ha filmado a varios políticos que utilizaban el discurso del odio en sus actos de campaña entre mayo y julio de 2010. Un parlamentario del Valle del Rift fue detenido, según los informes, por la policía y estuvo detenido una noche, acusado de distribuir folletos en los que se advertía a algunas personas de que abandonaran su circunscripción.

“Los kenianos tienen la responsabilidad de desistir de los actos de violencia y de la utilización del discurso del odio”, ha manifestado Justus Nyang’aya.

Amnistía Internacional también siente preocupación por el hecho de que el gobierno de Kenia no ha abordado la impunidad por las violaciones de derechos humanos y los delitos cometidos durante la violencia postelectoral en 2007 y 2008 por personas, grupos armados y personal de la policía y otras fuerzas de seguridad.

“A menos que los autores de violaciones de derechos humanos y delitos rindan cuentas de sus actos, esas violaciones y delitos seguirán cometiéndose. Al no castigar a los autores de violaciones y delitos cometidos durante la violencia postelectoral, el gobierno de Kenia está dando luz verde a la continuación de la violencia”, ha manifestado Justus Nyang’aya.