Desalojo masivo deja sin hogar a centenares de familias en Kenia

Amnistía Internacional ha pedido a las autoridades kenianas que detengan los desalojos forzosos que se están llevando a cabo en un asentamiento de Nairobi, que han dejado a centenares de familias sin hogar y sumidas en la miseria.

El martes pasado por la noche, una excavadora del ayuntamiento de Nairobi derribó puestos de mercado en Kabete NITD por segunda vez en unos días. El sábado anterior, las autoridades habían demolido alrededor de 100 viviendas y 470 puestos de mercado.

Aunque en la comunidad corrían rumores de que los desalojos forzosos eran inminentes, los vecinos y los comerciantes del asentamiento no recibieron ningún aviso oficial.

“Los habitantes de Kabete NITD, que vivían ya en la pobreza, han visto cómo les destruían sus hogares y medios de vida sin previo aviso –ha manifestado Justus Nyan’aya, director de Amnistía Internacional Kenia-. Es preciso poner fin de inmediato a estas demoliciones en gran escala.”

Al continuar algunos vendedores con su actividad sobre los escombros de los puestos derribados, la excavadora regresó, el martes, justo antes de medianoche, para aplanar el terreno.

Un bloque de retretes destruido parcialmente el sábado y que los vecinos habían reconstruido después fue demolido también totalmente el martes por la noche. Agentes municipales y de la policía rellenaron luego las letrinas con escombros para que no pudieran utilizarse.

Según informes, algunos vecinos se enfrentaron, furiosos, a agentes de policía armados el miércoles, al aumentar la tensión en el asentamiento.

Muchas personas estaban todavía dentro de sus casas cuando llegaron las excavadoras, y apenas tuvieron unos minutos para abandonarlas.

“Me desperté de repente y oí el tractor, que lo demolía todo –ha explicado Beverly, habitante de Kabete NITD de 61 años, a Amnistía Internacional–. No nos habían avisado de que iban a desalojarnos. Intentamos salvar algunas de nuestras cosas, pero ocurrió todo tan rápido, que perdimos incluso toda la ropa, los colchones y las mantas. No tengo dónde ir, no tengo medios para ir a ningún sitio. El gobierno tiene que darnos terrenos donde podamos construir”.

Los desalojos han dejado sin refugio a centenares de personas, en su mayoría mujeres y niños. Muchas duermen a la intemperie, sin mantas ni ropa de abrigo, y no tienen dinero para comprar alimentos y otros productos básicos. Ahora es invierno en Nairobi, y de noche hace frío.

Casi todos los comerciantes, en su mayoría mujeres, han perdido todas sus mercancías y se han quedado sin medios de vida. Los vecinos creen que corre también riesgo de ser demolida otra parte del asentamiento.

“El gobierno nos trata como a perros. No cree que seamos seres humanos. Dice que está luchando contra la pobreza y la verdad es que con estos desalojos la fomenta”, ha afirmado Sella, mujer de 78 años residente en la parte de Kabete NITD bajo amenaza de desalojo forzoso.

Kabete NITD (siglas de Native Industrial Training Department, Departamento de Capacitación Industrial Indígena) fue establecido en 1974 por obreros que estaban construyendo una carretera. El terreno es propiedad de Departamento de Veterinaria del gobierno de Kenia, pero ha habido otras reclamaciones de propiedad y reiteradas amenazas de desalojo forzoso.

En mayo de 2010, la administración provincial realojó en terrenos de Kabete NITD sin utilizar a comerciantes que desarrollaban su actividad desde la reserva de la carretera de Kangemi. El realojo se llevó a cabo tras meses de consultas y negociaciones y fue pacífico.

En cambio, los desalojos forzosos de Kabete NITD se han llevado a cabo sin ninguna de estas salvaguardias y sin tener en absoluto en cuenta un plan de realojo acordado previamente con las comunidades.

Información complementaria Según el derecho internacional de los derechos humanos, los desalojos sólo debe llevarse a cabo como último recurso y únicamente tras haber considerado todas las demás opciones posibles en auténtica consulta con las comunidades afectadas. Los gobiernos están también obligados a garantizar que ninguna persona queda sin hogar ni expuesta a sufrir violaciones de otros derechos humanos como consecuencia del desalojo.

Las ONG y los organismos internacionales de vigilancia de los derechos humanos llevan años expresando preocupación por la constante de desalojos forzosos y amenazas de desalojo forzoso en gran escala de Kenia.

En noviembre de 2008, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la ONU recomendó incluir en la nueva Constitución de Kenia disposiciones relativas a la protección frente al desalojo forzoso. En 2009 pidió el establecimiento de un marco jurídico para los desalojos, basado en directrices aceptables internacionalmente.

El gobierno keniano se ha comprometido a elaborar directrices de ámbito nacional para los desalojos, que garanticen las debidas salvaguardias, pero todavía no lo ha hecho.

Al no existir tales directrices, los desalojos forzosos en gran escala de personas que viven en asentamientos informales se llevan habitualmente a cabo sin respetar las normas internacionales de derechos humanos.

Este trabajo forma parte de la campaña Exige Dignidad de Amnistía Internacional, que tiene por objeto poner fin a las violaciones de derechos humanos que generan y agravan la pobreza mundial. La campaña movilizará a personas de todo el mundo para pedir a los gobiernos, las empresas y otras entidades con poder que escuchen la voz de quienes viven en la pobreza y reconozcan y protejan sus derechos. Para más información, consúltese el sitio web Exige Dignidad