Camboya: Debe haber más enjuiciamientos tras la condena de un miembro del Jemer Rojo

Amnistía Internacional insta a un tribunal especial a intensificar sus esfuerzos para enjuiciar a criminales del periodo del Jemer Rojo, tras la histórica sentencia condenatoria dictada hoy contra un conocido jefe de un campo penitenciario por crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra.

“Conseguir la declaración de culpabilidad en la Causa 001, la primera causa que han visto las Salas Especiales de Camboya, constituye un momento histórico pero sólo es el primer paso hacia la justicia para los casi dos millones de personas que murieron como consecuencia de los crímenes masivos cometidos bajo el régimen del Jemer Rojo”, ha afirmado Donna Guest, directora adjunta del Programa Regional para Asia y Oceanía de Amnistía Internacional.

Las Salas Especiales en los tribunales de Camboya, tribunal especial conjunto internacional-camboyano, declararon culpable hoy a Kaing Guek Eav, también conocido como Duch, de crímenes de lesa humanidad y de infracciones graves de los Convenios de Ginebra por el papel que desempeñó en ejecuciones masivas, actos de tortura y otros delitos. Cumplirá 19 años de una condena de 35 años de cárcel.  

De las 14.000 personas que se cree estuvieron encarceladas en la Oficina de Seguridad S-21 (también conocida como Tuol Sleng), dirigida por Duch en Phnom Penh desde 1975 hasta 1979, sólo unas 12 sobrevivieron. El resto murieron como consecuencia de tortura o fueron ejecutadas.

Amnistía Internacional ha expresado su preocupación por el hecho de que, al margen de este caso, sólo un reducido número de sospechosos han sido identificados para su posible enjuiciamiento por las Salas Especiales.

“Esto incumple el mandato de las Salas Especiales de enjuiciar a los máximos responsables de los graves delitos que se cometieron durante el régimen del Jemer Rojo”, ha afirmado Donna Guest. “Identificar a sólo 5 ó 10 personas como presuntamente responsables de las atrocidades masivas es insuficiente para impartir la justicia que los camboyanos merecen y a la que tienen derecho en virtud del derecho internacional.”

La decisión de dictar acta de acusación formal contra cinco personas imputadas en la segunda causa (Causa 002) se tomará este mismo año. Duch aparece mencionado también en la Causa 002, y los otros acusados son destacados ex políticos del Jemer Rojo: Khieu Samphan, jefe del Estado; Ieng Sary, ministro de Exteriores; Ieng Thirith, ministro de Asuntos Sociales, y Nuon Chea, alto cargo del Partido Comunista de Kampuchea conocido como “Hermano núm. 2”.

Las causas 003 y 004 fueron incoadas por la Fiscalía Conjunta en septiembre de 2009, pese a la firme oposición del fiscal conjunto camboyano, e incluyen los nombres de cinco sospechosos de 40 incidentes de asesinato, tortura, detención ilícita, trabajos forzados y persecución. Al incoar estas causas, el fiscal conjunto internacional en funciones afirmó que la Fiscalía no tramitaría más causas.  

“Los progresos en la tercera y la cuarta causas podrían verse menoscabados por las injerencias políticas de las autoridades camboyanas, que se oponen abiertamente a más enjuiciamientos, y por los desacuerdos entre los jueces de instrucción conjuntos camboyanos e internacionales”, ha afirmado Donna Guest.

Amnistía Internacional exhorta a los jueces de instrucción conjuntos a finalizar su trabajo sobre los casos existentes y a los fiscales conjuntos a revisar su estrategia general a fin de aplicar plenamente su mandato legal.  

Amnistía Internacional insta también al gobierno de Camboya y a la ONU a garantizar que todos los esfuerzos ya invertidos en las Salas Especiales tengan un legado duradero que fortalezca el sistema de justicia nacional y el Estado de derecho.

Información complementaria

El mandato de las Salas Especiales, tal como se establece en el Acuerdo entre las Naciones Unidas y el Gobierno Real de Camboya, y la Ley por la que se establecen las Salas, es “procesar a los más altos dirigentes de la Kampuchea Democrática y aquellos a quienes incumba la mayor responsabilidad por los crímenes y graves transgresiones del derecho penal camboyano, el derecho internacional humanitario y las normas consuetudinarias en la materia, así como los instrumentos internacionales en que Camboya es parte” cometidos durante el periodo del Jemer Rojo.

Un total de 22 partes civiles, incluidos ex detenidos y familiares de víctimas de las atrocidades cometidas en la conocida Oficina de Seguridad S-21, testificaron en el juicio de Duch. Las Salas Especiales informan de que más de 31.000 personas visitaron el tribunal para observar las vistas del juicio.

Duch fue condenado a 35 años de prisión, que se redujeron en 5 años porque las Salas Especiales concluyeron que había sido recluido ilegalmente por el Tribunal Militar de Camboya, y en otros 11 años por el tiempo de condena ya cumplido.  

El sistema nacional de justicia de Camboya sigue siendo hoy débil, y no proporciona justicia a amplios sectores de la población. La inexistencia de un Estado de derecho efectivo perpetúa los graves abusos contra los derechos humanos, como la violencia contra las mujeres, incluida la violencia sexual, y el desalojo forzoso de miles de personas que viven en la pobreza en todo el país.