Los derechos a la libertad de expresión, asociación y reunión pacífica continuaron severamente restringidos. Se tuvo noticia de importantes avances en la erradicación del trabajo forzoso en el sector del algodón. Se introdujeron algunas salvaguardias contra la tortura y otros malos tratos, aunque se siguieron recibiendo informes de este tipo de abusos. Más de 2.000 personas continuaron encarceladas por sus creencias religiosas pacíficas. La violencia contra las mujeres siguió siendo generalizada. Las relaciones sexuales consentidas entre varones seguían siendo delito.
Leer másNo utiliza la pena de muerte