Los derechos a la libertad de expresión, de asociación y de reunión pacífica continuaron gravemente restringidos. La tortura y otros malos tratos seguían siendo endémicos y quedaban impunes. Se abusó sistemáticamente del sistema de justicia para reprimir la disidencia. Los derechos de la infancia se violaban de forma habitual en el sistema de justicia penal. Persistieron las condenas a muerte y las ejecuciones. Las personas migrantes sufrieron abusos a manos de las autoridades. Los despidos y enjuiciamientos arbitrarios de profesionales de la salud afectaron negativamente a la calidad y disponibilidad de la asistencia médica.
Leer másConserva la pena de muerte en la ley
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