Se intensificó la erosión de los derechos humanos en El Salvador. Hubo denuncias de un aumento significativo de los ataques y obstáculos contra los medios de comunicación independientes, y varios altos cargos gubernamentales —incluido el presidente— estigmatizaron públicamente a las organizaciones de derechos humanos. Seguían sin respetarse los derechos de las víctimas de los crímenes de derecho internacional cometidos durante el conflicto armado interno (1980-1992). Continuaba en vigor la prohibición total del aborto.
Leer másMantiene la pena de muerte sólo para crímenes graves, como los cometidos en tiempos de guerra