Amnistía Internacional ha presentado hoy su campaña global de derechos humanos Escribe por los Derechos, mediante la cual millones de simpatizantes de la organización en todo el mundo escriben cartas en favor de personas cuyos derechos están amenazados o están siendo violados.
Entre otras personas jóvenes, este año Amnistía Internacional hace campaña en favor de Magai Matiop Ngong, de 17 años, para evitar que sea ejecutado. Magai fue condenado a muerte en noviembre de 2017, cuando aún era un niño, infringiendo con ello tanto las leyes de Sudán del Sur como el derecho internacional.
Pedimos a todas las personas que se unan a millones de miembros y simpatizantes de Amnistía Internacional y escriban una carta al presidente Salva Kiir pidiéndole que conmute la pena de muerte a Magai.
Seif Magango, director adjunto de Amnistía Internacional para África Oriental, el Cuerno de África y los Grandes Lagos
“Pedimos a todas las personas que se unan a millones de miembros y simpatizantes de Amnistía Internacional y escriban una carta al presidente Salva Kiir pidiéndole que conmute la pena de muerte a Magai”, ha dicho Seif Magango, director adjunto de Amnistía Internacional para África Oriental, el Cuerno de África y los Grandes Lagos.
Antes de que su vida cambiara al ser declarado culpable de asesinato, Magai estudiaba enseñanza secundaria y soñaba con ayudar a la gente cuando fuera mayor.
“Antes del accidente, iba al instituto. Corría, era muy bueno corriendo, y también cantaba góspel y canciones no espirituales. […] Mi objetivo era estudiar y hacer cosas que ayudaran a los demás. Espero salir en libertad y continuar con los estudios”, dijo Magai el año pasado a Amnistía Internacional.
Antes del accidente, iba al instituto. Corría, era muy bueno corriendo, y también cantaba góspel y canciones no espirituales. […] Mi objetivo era estudiar y hacer cosas que ayudaran a los demás. Espero salir en libertad y continuar con los estudios.
Magai Matiop Ngong, de 17 años, en el corredor de la muerte
Ahora, Magai está en la Prisión Central de Yuba y cada día teme ser ejecutado.
Cuando Magai tenía 15 años, se enzarzó en una pelea con un vecino. Su primo trató de separarlos, y Magai tomó el rifle de su padre y efectuó unos disparos de advertencia al suelo. Una de las balas rebotó y alcanzó a su primo, que murió más tarde en el hospital.
Magai no tuvo asistencia letrada durante el juicio como dispone la ley. Dijo al tribunal que la muerte de su primo había sido un accidente. Fue declarado culpable de asesinato y condenado a muerte. Posteriormente consiguió un abogado que lo está ayudando a presentar un recurso.
Ayuda a Magai a salvar la vida escribiendo una carta al presidente Kiir, o firma esta petición pidiéndole que conmute su condena a muerte. La pena de muerte es la forma más extrema de pena cruel, inhumana y degradante, y viola el derecho a la vida.
También puedes mostrar a Magai tu interés por su caso enviándole una postal o una carta de solidaridad. Haz una foto de tu mensaje antes de enviarlo y súbelo a Facebook, Instagram, Twitter u otra red social con la etiqueta #InSolidarityWithMagai
En Twitter, usa la misma etiqueta y dirige tus tuits a @RepSouthSudan y/o @PresSalva y @AmnestyEARO.
Información complementaria
El uso de la pena de muerte contra menores de edad está terminantemente prohibido por la sección 21.2 de la Constitución de Transición de la República de Sudán del Sur de 2011 y por el derecho internacional de los derechos humanos, concretamente el artículo 37.a de la Convención sobre los Derechos del Niño, en la que Sudán del Sur es parte.
La pena de muerte es el homicidio cuidadosamente planeado y a sangre fría de un ser humano a manos del Estado en nombre de la justicia.