Malta: Acuerdo sobre desembarco de solicitantes de asilo demuestra que es posible un enfoque más humano

El acuerdo alcanzado hoy en La Valeta sobre un mecanismo provisional para desembarcar a personas rescatadas en el Mediterráneo central es un paso positivo para proteger los derechos de refugiados y migrantes; así lo ha afirmado hoy Amnistía Internacional.

El acuerdo ha sido anunciado por los ministros del Interior de Alemania, Francia, Italia y Malta y por representantes de la presidencia del Consejo de la Unión Europea y de la Comisión Europea.

“Aún no se han dado a conocer los detalles del acuerdo, pero esperamos que dé lugar al establecimiento de un sistema fiable que garantice que las personas rescatadas en el Mediterráneo central son desembarcadas con rapidez y seguridad en Europa, y que los países de la UE intensifican y comparten la responsabilidad sobre ellos”, ha dicho Eve Geddie, directora de la Oficina de Amnistía Internacional ante las Instituciones Europeas.

“Confiamos en que este mecanismo ponga fin al espectáculo obsceno de gente atrapada en barcos a la deriva durante semanas, esperando a saber dónde podrán desembarcar, o incluso si podrán hacerlo. Acelerar los desembarcos es fundamental para las personas rescatadas en el Mediterráneo central, que a menudo ya han sufrido abusos terribles en centros de detención de Libia y un peligroso viaje por mar, por lo que están agotadas y necesitan protección y cuidados.”

Las ONG que llevan a cabo operaciones de búsqueda y salvamento se enfrentan a procesos penales, incautación de sus embarcaciones, imposición de elevadas multas y detención de su personal sólo por asumir la responsabilidad de salvar vidas en el mar e intentar desembarcarlas en un lugar seguro.

Tras el desembarco de un número considerable de personas este año, sin la preparación adecuada para esta situación, el sistema de acogida y asilo de Malta está sometido a una gran presión. Cientos de hombres, mujeres, niños y niñas están recluidos en precarias condiciones. Muchas de estas personas son víctimas de detención ilegal, ya que permanecen privadas de libertad mucho más tiempo del máximo permitido por la legislación nacional, cuyo único fin es permitir realizar controles médicos a su llegada.

“Aunque esperamos que el nuevo mecanismo ayude a Malta a afrontar la presión que soporta su sistema de acogida y asilo, las autoridades maltesas deben comprender que no caben excusas para la detención arbitraria en Malta”, ha dicho Eve Geddie.

Abogados y representantes de organizaciones que visitan regularmente los centros de detención contaron a Amnistía Internacional que en los centros hay una grave situación de hacinamiento, la separación entre menores y adultos no está garantizada y las condiciones son precarias, sin acceso adecuado a necesidades básicas como ropa interior limpia y artículos de aseo.

“Aunque el acuerdo de hoy se circunscriba a las personas rescatadas en el Mediterráneo central, es una señal de que los dirigentes europeos han decidido al fin dar un paso adelante para gestionar la migración hacia Europa de una manera más responsable y humana. Es imprescindible que pronto se sumen más Estados miembros”, ha manifestado Eve Geddie.

Si desean más información o concertar una entrevista, pónganse en contacto con oficina de prensa de Amnistía Internacional , en [email protected], +32 2 548 27 73 o +32 483 680 812.

INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA

Amnistía Internacional ha hecho reiterados llamamientos a los gobiernos europeos para que establezcan un mecanismo predecible de desembarco y reubicación que permita abordar sin demora las necesidades de las personas rescatadas en el Mediterráneo central. Véase: https://www.amnesty.org/es/documents/eur01/9961/2019/en/ https://www.amnesty.org/es/latest/campaigns/2019/01/cut-adrift-in-the-med/

Las autoridades maltesas no permitieron que el equipo de investigación de Amnistía Internacional presente en Malta la semana pasada visitara el centro de acogida inicial ni su extensión en el cuartel de Safi, cerca de Luqa, donde están recluidas personas migrantes y refugiadas. Sin embargo, reconocieron que la situación en los centros era difícil debido a la escasez de espacio, el número de personas desembarcadas y la falta de recursos para tramitar sus solicitudes.