Nigeria: Los preparativos del patíbulo en la cárcel de Lagos indican la inminencia de una oleada de ejecuciones

Las autoridades nigerianas deben abandonar de inmediato sus planes de ejecutar a los presos condenados a muerte de la cárcel de Kirikiri de Lagos, ha dicho hoy Amnistía Internacional ante los macabros informes según los cuales en el centro se está preparando el patíbulo y un preso ha sido puesto en régimen de aislamiento, probablemente en preparación para su ejecución.

El fiscal general del estado de Lagos declaró durante una comparecencia ante la prensa del 18 de abril que las autoridades estatales comenzarían pronto a firmar documentos de ejecución.

“Las señales de que las autoridades de la cárcel de Kirikiri pueden estar preparándose para una serie de ejecuciones son sumamente alarmantes. La pena de muerte es un castigo obsoleto y cruel que viola el derecho a la vida”, ha dicho Damian Ugwu, investigador sobre Nigeria de Amnistía Internacional.

“También tenemos serias dudas de que muchos de los presos en espera de ejecución hayan sido juzgados con garantías. La policía nigeriana está desbordada, carece de los recursos necesarios y suele basarse mucho en confesiones forzadas en lugar de investigaciones. En algunos casos las condenas a muerte se basan en declaraciones firmadas bajo tortura.”

La policía nigeriana está desbordada, carece de los recursos necesarios y suele basarse mucho en ‘confesiones’ forzadas en lugar de investigaciones. En algunos casos las condenas a muerte se basan en declaraciones firmadas bajo tortura.

Damian Ugwu, investigador sobre Nigeria

“Las autoridades nigerianas deben detener de inmediato estas ejecuciones y establecer una suspensión oficial con vistas a la abolición de la pena de muerte.”

En 2016, Nigeria condenó a muerte a 527 personas —el triple que en 2015— y fue el país del mundo que más condenas a muerte dictó, exceptuando China. El estado de Lagos fue el que impuso el mayor número de condenas a muerte (68), seguido muy de cerca por el estado de Rivers (61), según las cifras oficiales del Servicio de Prisiones de Nigeria.

Con ese gran repunte de condenas a muerte, el país queda fuera de la tendencia mundial hacia la abolición de la pena de muerte. En la actualidad, 141 países han abolido la pena de muerte en la ley o en la práctica.

El 23 de diciembre de 2016, tres presos fueron ejecutados en la cárcel de Benin, en el estado de Edo. Las ejecuciones siguieron adelante a pesar de que uno de ellos, Apostle Igene, había sido condenado a muerte en 1997 por un tribunal militar y no había tenido ningún recurso.

Amnistía Internacional insta a las autoridades nigerianas a que conmuten de inmediato todas las condenas a muerte por penas de prisión y a que establezcan una suspensión oficial de las ejecuciones con vistas a la abolición de la pena capital.

Durante años, el gobierno federal ha afirmado que existe una “suspensión” voluntaria o autoimpuesta de las ejecuciones, pero éstas se han llevado a cabo de todas formas, incluidas las de diciembre de 2016, lo cual demuestra que es urgente establecer oficialmente dicha suspensión.

Las autoridades no han confirmado oficialmente que tengan previsto llevar a cabo de forma inminente ejecuciones en la cárcel de Kirikiri.