Las autoridades bahreiníes deben poner de inmediato en libertad al defensor de los derechos humanos Nabeel Rajab y retirar todos los cargos contra él antes de que se sea sometido a juicio la semana próxima por comentarios en Twitter contra la guerra de Yemen y sobre presuntas torturas cometidas en la principal prisión de Bahréin, ha manifestado Amnistía Internacional hoy, al reiterar su llamamiento al gobierno para que ponga fin a su flagrante atentado a la libertad de expresión.
El Parlamento Europeo también ha pedido hoy que Nabeel Rajab sea puesto en libertad de inmediato y sin condiciones, en una resolución urgente donde expresa honda preocupación por la campaña de represión que sufren los defensores de los derechos humanos, la oposición política y la sociedad civil. Bahréin lleva un mes siendo escenario de una intensificación de las medidas de represión del derecho a la libertad de expresión, reunión, asociación y circulación.
“Llevar a un defensor de los derechos humanos a los tribunales por unos tuits es un vergonzoso atentado a la libertad de expresión y una mancha más en el ya espantoso historial de Bahréin en materia de derechos humanos”, ha señalado Philip Luther, director del Programa de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África.
“El gobierno debe poner fin a esta represión descarada de la libertad de expresión y aceptar que todas las personas tienen derecho en Bahréin a expresar pacíficamente sus opiniones, incluso en las redes sociales.”
Llevar a un defensor de los derechos humanos a los tribunales por unos tuits es un vergonzoso atentado a la libertad de expresión y una mancha más en el ya espantoso historial de Bahréin en materia de derechos humanos
Philip Luther, director del Programa de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África
La vista judicial de Nabeel Rajab está prevista para el 12 de julio, y se enfrenta hasta a 13 años de prisión por haber tuiteado y retuiteado en 2015 comentarios en contra de la actuación de las fuerzas de seguridad de Bahréin en una prisión y de su participación en la coalición militar dirigida por Arabia Saudí en el conflicto de Yemen.
A la espera del juicio, Nabeel Rajab está recluido en una celda sucia, aislado de los demás detenidos, desde el 13 de junio, cuando lo detuvieron en relación con otra causa por cargos de “difundir información y rumores falsos con el fin de desacreditar al Estado”.
“La decisión de las autoridades bahreiníes de recurrir a estos tuits del año pasado muestra cuán desesperadas están por amordazar a sus detractores y reprimir a la sociedad civil”, ha añadido Philip Luther.
“Deben retirar estos absurdos cargos, dejar en libertad a Nabeel Rajab y a los demás presos de conciencia e iniciar un proceso de reforma significativa en materia de derechos humanos.”
La decisión de las autoridades bahreiníes de recurrir a estos tuits del año pasado muestra cuán desesperadas están por amordazar a sus detractores y reprimir a la sociedad civil.
Philip Luther
Nabeel Rajab tiene prohibido salir de Bahréin desde el año pasado, medida utilizada también contra otras voces disidentes del país. Sólo en junio se impidió salir de Bahréin a 13 personas, entre las que había periodistas, defensores de los derechos humanos y presos de conciencia. Algunas iban a viajar a Ginebra para participar en el periodo de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
Por otro lado, existe creciente preocupación por el deterioro de la salud de Nabeel Rajab. Desde que está detenido lo han llevado a dos hospitales porque sufría palpitaciones, y en el momento de su detención estaba a la espera de que se fijara la fecha de dos operaciones a que debe someterse por otros problemas médicos. Está entrando y saliendo de prisión desde 2012 por cargos relacionados con su activismo pacífico en favor de los derechos humanos. El año pasado lo dejaron en libertad debido a su mala salud tras haber cumplido la mitad de una condena anterior de seis meses, relacionada también con comentarios publicados en Twitter.