Los grupos armados que tienen rodeado el distrito de Sheij Maqsud de la ciudad de Alepo han efectuado de manera reiterada ataques indiscriminados, en los que han sido alcanzadas viviendas civiles, calles, mercados y mezquitas y han muerto y resultado heridos civiles, dando muestra así de una vergonzosa falta de respeto por la vida humana, ha manifestado Amnistía Internacional.
La organización ha reunido convincentes indicios de graves violaciones del derecho internacional, proporcionados por testigos presenciales, y tiene los nombres de al menos 83 civiles, entre ellos 30 niños y niñas, muertos por ataques en Sheij Maqsud entre febrero y abril de 2016. Según el hospital local de campo, también han resultado heridos más de 700 civiles. Amnistía Internacional ha visto vídeos de ataques con proyectiles de artillería, cohetes y morteros, efectuados por la coalición local de grupos armados conocida como Fatah Halab (Conquista de Alepo) contra la Unidad de Protección Popular (YPG), las fuerzas kurdas que tienen el control de la zona.
“El machaqueo incesante de Sheij Maqsud ha destruido la vida de la población civil de la zona. Una amplia gama de grupos armados integrados en la coalición Fatah Halab han lanzado reiterados ataques aparentemente indiscriminados que podrían constituir crímenes de guerra, ha explicado Magdalena Mughrabi, directora adjunta provisional del Programa para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional.
El machaqueo incesante de Sheij Maqsud ha destruido la vida de la población civil de la zona.
Magdalena Mughrabi, directora adjunta para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional
Hay alrededor de 30.000 civiles viviendo en Sheij Maqsud, barrio predominantemente kurdo de la ciudad de Alepo. Esta zona está controlada por las fuerzas de la YPG y rodeada por el norte, el este y el oeste por grupos armados de oposición que atacan por los tres frentes. Los fuerzas del gobierno sirio tienen el control de las zonas situadas al sur de Sheij Maqsud. En 2014, las fuerzas de la YPG comenzaron a combatir contra el grupo armado que se da en llamar Estado Islámico. Sin embargo, en los últimos meses ha aumentado la tensión con los grupos armados de oposición, particularmente en la zona de Alepo. Los ataques de los grupos armados han matado al menos a 62 combatientes de la YPG, según la Asociación de Familiares de los Mártires.
En los últimos días, el sumamente frágil cese de las hostilidades en Siria acordado en Ginebra en febrero se ha hecho extensivo a las zonas rurales de la gobernación de Alepo que rodean Sheij Maqsud. Sin embargo, en el barrio no han cesado los ataques durante los últimos meses.
Crecientes indicios de ataques indiscriminados
Imágenes de satélite que Amnistía Internacional ha podido ver y que corroboran testimonios de habitantes de Sheij Maqsud muestran viviendas destruidas o con graves daños en una calle de la parte occidental del barrio situada a más de 800 metros del frente.
Mohamad perdió a siete miembros de su familia cuando su casa, en Sheij Maqsud, fue alcanzada por un cohete “Hamim” improvisado, disparado por un grupo armado el 5 de abril de 2016. Entre las víctimas se encontraban su hija de 18 meses, sus hijos de 15 y 10 años y un sobrino de 8. Otros dos jóvenes sobrinos suyos y él sufrieron graves heridas de metralla. Su casa está a 800 metros del frente.
“No hay ningún puesto de control [militar] cerca de mi casa. Es un calle de viviendas, y hay incluso gente desplazada por los combates o que ha huido de los ataques aéreos de la ciudad de Alepo viviendo en ella”, explicó a Amnistía Internacional.
Dos días antes había caído en la casa de su vecino un proyectil de mortero que mató a dos niños.
Una mujer, vecina también de Sheij Maqsud, dijo a Amnistía Internacional que en febrero se habían intensificado los ataques de artillería y que la gente pasaba el día metida en sus casas porque no podía salir. Explicó que en abril habían atacado su casa con un arma que llevaba, creía, una bombona de gas acoplada.
“Todo lo que recuerdo es que las paredes se derrumbaron y se oyó una explosión. Estábamos heridos; yo tenía metralla en las manos y las piernas […] Vivimos […] muy lejos del frente. No hay ningún puesto de control cerca ni ningún otro puesto militar”, añadió.
Saad, farmacéutico de Sheij Maqsud, describió el 5 de abril de 2016 como “el día más sangriento que había visto jamás el barrio”. Los bombardeos de artillería de los grupos armados se prolongaron durante nueve horas, dijo.
Las bombas caían en todas partes; era indiscriminado.
Saad, farmacéutico de Sheij Maqsud
“Contamos al menos 15 cohetes Hamim y más de 100 proyectiles de mortero. Las bombas caían en todas partes; era indiscriminado.
Entre las armas utilizadas por los grupos armados hay proyectiles no guiados, que no pueden dispararse con precisión contra un blanco concreto, como los de mortero y los cohetes “Hamim” de fabricación casera, así como otros proyectiles que llevan bombonas de gas acopladas y que se conocen como “cañones del infierno”. Estas armas son de efecto intrínsecamente indiscriminado y no deben utilizarse en las proximidades de zonas civiles.
“Al disparar armas explosivas poco precisas contra barrios civiles, los grupos armados que atacan Sheij Maqsud están incumpliendo de manera flagrante el principio de distinción entre civiles y objetivos militares, que es una norma fundamental del derecho internacional humanitario”, ha afirmado Magdalena Mughrabi.
Se ha denunciado también que los miembros de los grupos armados que atacan Sheij Maqsud podrían haber utilizado armas químicas. Un médico local dijo a Amnistía Internacional que el 7 y el 8 de abril atendió a seis civiles y a dos combatientes de la YPG con síntomas como insuficiencia respiratoria, entumecimiento, ojos enrojecidos y ataques severos de tos. Explicó que algunas de las víctimas aseguraban haber visto humo amarillo al caer los misiles. Tras ver unos vídeos del presunto ataque y examinar el testimonio del médico, un toxicólogo consultado por Amnistía Internacional dijo que los síntomas de las personas atendidas podían ser los efectos de un ataque con gas de cloro. En una declaración posterior, emitida supuestamente por el líder del grupo armado Ejército del Islam, se explicó que un comandante de campo había utilizado un “arma no autorizada” en Sheij Maqsud y que se le iba a hacer rendir cuentas.
La comunidad internacional no debe tolerar los abusos de los grupos armados
Dos de los grupos armados que están atacando a las fuerzas de la YPG en Sheij Maqsud –Ahrar al Sham y el Ejército del Islam– han enviado a sus propios representantes a las negociaciones sobre el conflicto de Siria celebradas en Ginebra bajo los auspicios de la ONU. Los demás grupos han accedido a que los representen en ellas los delegados de otras partes.
“La comunidad internacional no debe cerrar los ojos ante los crecientes indicios de crímenes de guerra perpetrados por los grupos armados de oposición en Siria. El hecho de que los crímenes de guerra de las fuerzas del gobierno sean de mucha mayor magnitud no es excusa para tolerar las graves violaciones del derecho internacional cometidas por la oposición”, ha manifestado Magdalena Mughrabi.
La comunidad internacional no debe cerrar los ojos ante los crecientes indicios de crímenes de guerra perpetrados por los grupos armados de oposición en Siria.
Magdalena Mughrabi
Los terribles relatos de civiles residentes en Sheij Maqsud ponen de manifiesto el horror de la vida diaria en los rincones de la ciudad sometidos a constantes ataques de grupos armados que están violando las leyes de la guerra con impunidad.
“Los actores internacionales que respaldan a los grupos armados de Siria deben asegurarse de no fomentar los abusos al transferir armas que tales grupos están utilizando o podrían utilizar para cometer o facilitar graves violaciones de derechos humanos e infracciones del derecho internacional humanitario”, ha añadido Magdalena Mughrabi.
Amnistía Internacional pide a los Estados del Golfo, Turquía y otros países que se cree que prestan apoyo a los grupos armados de Siria que bloqueen de inmediato las transferencias de armas a estos grupos, incluido el apoyo logístico y económico para tales transferencias, si hay indicios creíbles de que han cometido graves abusos contra los derechos humanos y violaciones del derecho internacional humanitario. Sólo los grupos que superen rigurosas pruebas de fiabilidad con las que demuestren que son capaces de actuar constantemente con pleno respeto del derecho internacional de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario deben ser tenidos en cuenta al hora de prestar apoyo en el futuro.
Empeoramiento de la situación humanitaria
Además de sufrir bombardeos indiscriminados de artillería, la población civil de Sheij Maqsud está prácticamente atrapada en la zona, a la vez que empeora la situación humanitaria. Los continuos enfrentamientos impiden la entrada de ayuda humanitaria en Sheij Maqsud y no dejan tampoco salir de allí a sus habitantes. Las fuerzas del gobierno sólo dejan salir de la zona por el lado que controlan a los civiles que necesitan atención médica, y también han restringido la entrada de material médico y de alimentos (excepto pan y verduras). Según los vecinos, las farmacias de Sheij Maqsud están vacías, y muchas han cerrado.
“Apenas nos queda comida en el barrio”, dijo un vecino, explicando que los suministros humanitarios se estaban agotando rápidamente.
Sheij Maqsud está al borde de una crisis humanitaria.
Magdalena Mughrabi
“Sheij Maqsud está al borde de una crisis humanitaria. Es esencial que el gobierno sirio y los grupos armados permitan con urgencia el acceso sin restricciones de la ayuda humanitaria y dejen a los civiles abandonar la zona si lo desean”, ha señalado Magdalena Mughrabi.
Información complementaria
Los grupos armados que llevan a cabo ataques indiscriminados en la zona de Sheij Maqsud forman parte de la coalición militar Fatah Halab y entre ellos figuran: Movimiento Islámico de Ahrar ash Sham, Ejército del Islam, Frente Al Shamia, Brigada del Sultán Murad, Batallones del Sultán Fatih Battalions, Batallones de Fa Istaqim Kama Omirt, Batallones de Nour al Deen Zinki, Brigada 13, Brigada 16, 1º Regimiento (Al Foj al Awal) y Batallones de Abu Omara.
Según la Red Siria de Derechos Humanos, al menos 23 civiles murieron por ataques de artillería y francotiradores de la YPG en las zonas de la ciudad de Alepo controladas por la oposición entre febrero y abril de 2016.