La reclusión del estudiante de 20 años Mahmoud Hussein, que ya lleva más de dos años en prisión sin cargos ni juicio, no es más que otro terrible ejemplo de las tácticas implacables y represivas a las que recurre Egipto para tratar de aplastar la disidencia, ha declarado Amnistía Internacional.
En virtud de la legislación egipcia, el tiempo máximo que puede permanecer una persona en prisión sin ser juzgada o condenada es el ya excesivamente prolongado periodo de dos años para quienes son acusadas de delitos que podrían conllevar la cadena perpetua o la pena de muerte. Mahmoud Hussein fue detenido a los18 años por llevar una camiseta que decía “Nación sin tortura” y un pañuelo con el logo de la “Revolución del 25 de enero”. Además, la Agencia de Seguridad Nacional lo ha torturado en detención y lo ha obligado a firmar una “confesión”.
La reclusión durante más de dos años de Mahmoud Hussein es una vergüenza y un insulto a la justicia.
Said Boumedouha, director adjunto del Programa para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional
“La reclusión durante más de dos años de Mahmoud Hussein es una vergüenza y un insulto a la justicia. No debe verse obligado a pasar ni un día más en la cárcel. Nadie debe ser detenido o recluido sólo por las frases de la camiseta o la bufanda que ha decidido vestir, y menos aún ser encarcelado dos años y sometido a tortura y otros malos tratos en detención”, dijo Said Boumedouha, director adjunto del Programa para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional.
“Manteniendo en prisión a Mahmoud Hussein, las autoridades egipcias están violando flagrantemente las leyes egipcias e internacionales y burlándose de las declaraciones del presidente Abdelfattah al Sisi, que dijo que 2016 será el ‘año de la juventud en Egipto’. En lugar de hacer falsas promesas y encarcelar arbitrariamente durante años a presos de conciencia, las autoridades egipcias deben poner fin a esta grave injusticia poniendo en libertad inmediata e incondicional a Mahmoud Hussein y a todas las personas recluidas de forma ilegítima por ejercer pacíficamente su derecho a la libertad de expresión y de reunión.”
Según lo dispuesto en el artículo 143 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal egipcia, las personas detenidas acusadas de delitos que podrían conllevar la cadena perpetua o la pena de muerte deben ser puestas en libertad inmediatamente si no son condenadas en el plazo previsto para la detención preventiva de dos años. Mahmoud Hussein es una de las más de 700 personas que llevan más de dos años recluidas en todo el país sin haber sido condenadas.