Pakistán debe investigar a los servicios de inteligencia por ataques a periodistas

Las autoridades paquistaníes deben investigar de inmediato a la Inteligencia Interservicios (ISI, por sus siglas en inglés), principal agencia de espionaje del ejército, por su presunta participación en ataques a periodistas, ha manifestado Amnistía Internacional cuando se cumplen tres años del secuestro y homicidio del periodista Saleem Shahzad.

“El hecho de que no se investiguen tales incidentes de manera exhaustiva, imparcial y transparente ni se haga rendir cuentas a los responsables fomenta la impunidad de los ataques contra medios de comunicación independientes en Pakistán”, ha señalado David Griffiths, director adjunto del Programa de Amnistía Internacional para Asia y Oceanía.

En una carta abierta, Amnistía Internacional y otras 10 organizaciones de derechos humanos han pedido al primer ministro de Pakistán, Nawaz Sharif, que cumpla su promesa de poner fin a la impunidad de los individuos y grupos que atacan a periodistas.

“El homicidio de Saleem Shahzad fue una de las peores manifestaciones de las amenazas a que se enfrentan a diario los periodistas en todo Pakistán –ha añadido David Griffiths–. La incapacidad de las autoridades para investigar debidamente a los agentes de la ISI y poner a los responsables de la muerte de Shahzad a disposición judicial es inaceptable; lo secuestraron a plena luz del día en el centro de la capital paquistaní, Islamabad.”

“Pakistán debe reiniciar de inmediato la investigación criminal de la muerte de Shahzad, como ha prometido el primer ministro Nawaz Sharif en múltiples ocasiones. Los acontecimientos de las últimas semanas han puesto nuevamente de relieve la precaria situación de los medios de comunicación paquistaníes. La persistencia de la impunidad no hará más que fomentar la violencia.”

El mes pasado, el periodista Hamid Mir escapó por muy poco de un intento de asesinato en Karachi. Acusa a la ISI de ser la responsable del atentado.

“Según las investigaciones de Amnistía Internacional, la ISI es el órgano del Estado que con más frecuencia es acusado por periodistas de someterlos a hostigamiento, intimidaciones o abusos. Esto no significa necesariamente que sea siempre culpable, pero, si sus agentes son inocentes de las acusaciones, no tienen por qué temer que se lleven a cabo investigaciones exhaustivas y se garantice el debido proceso”, ha explicado David Griffiths.

“No podemos determinar quién es exactamente el responsable de estos notorios atentados contra periodistas hasta que no se lleve a cabo la debida investigación. Todos los presuntos responsables han de ser considerados inocentes mientras no se demuestre su culpabilidad en un juicio justo y acorde con las normas internacionales.”

Amnistía Internacional pide a la ISI y a todas las demás instituciones del Estado que, para demostrar su compromiso expreso con el Estado de derecho y el respeto de los derechos humanos, cooperen plenamente en las investigaciones criminales sobre los atentados contra Shahzad, Mir y otros periodistas.

Saleem Shahzad, corresponsal del Asia Times Online, fue secuestrado el 29 de mayo de 2011 en Islamabad, y dos días más tarde apareció su cadáver arrojado a orillas de un canal, con marcas de tortura. Había escrito diversos artículos sobre delicadas cuestiones relativas a la seguridad nacional, como la infiltración de Al Qaeda en el ejército paquistaní y la relación del Estado con los talibanes.

Menos de un año antes de su muerte, Shahzad había hablado a sus colegas de una presunta amenaza de muerte de la ISI. El gobierno pakistaní creó en 2011 un equipo de alto nivel para investigar su muerte, pero han desaparecido misteriosamente pruebas fundamentales y nadie ha sido puesto aún a disposición judicial.  

Al menos 34 periodistas han sido víctimas de homicidio en Pakistán a causa de su trabajo desde el restablecimiento de la democracia en 2008, pero, en todo este tiempo, sólo en un caso se ha llevado a los responsables ante la justicia.

En un informe publicado el mes pasado, Amnistía Internacional documentó cómo los profesionales de los medios de comunicación viven en Pakistán expuestos en todo momento a ser víctimas de hostigamiento, violencia y homicidio a manos de diversos agentes estatales y no estatales.

Desde la publicación del informe, el distanciamiento entre el mayor medio privado de radiodifusión del país, Geo TV (que forma parte del Jang Media Group) y las autoridades ha aumentado, pues la cadena ha acusado a la ISI de estar detrás del ataque contra el periodista Hamid Mir.

Varios periodistas del Jang Media Group han contado a Amnistía Internacional que reciben a diario amenazas e intimidaciones de desconocidos por teléfono y en persona. Muchos no se atreven a entrar en sus oficinas ni a identificarse como trabajadores de Geo TV o de otros medios del Jang Media Group por temor a sufrir atentados.

“No hay absolutamente ninguna justificación para la feroz campaña de hostigamiento organizada contra el personal del Jang Media Group en todo Pakistán”, ha afirmado David Griffiths.

“Resulta especialmente decepcionante que medios de comunicación rivales y algunos partidos políticos se hayan sumado al coro de detractores del Jang Media Group, en vez de exigir una investigación completa e imparcial de las circunstancia del ataque contra Hamid Mir.”

Algunas autoridades del gobierno han tratado también de impedir las emisiones de Geo TV acusándola de utilizar contenidos “antiestatales” y “blasfemos”, y por orden, aparentemente, de los militares paquistaníes, los organismos de la industria mediática han interrumpido hasta el 80 por ciento de la distribución del Jang Media Group en prensa y en las ondas.

“Los intentos de impedir emitir a Geo TV tienen una motivación claramente política y constituyen un grave ataque a la libertad de expresión en Pakistán”, ha aclarado David Griffiths.

“Lo último que necesita Pakistán ahora es una campaña de difamación contra Geo TV, la ISI o quién sea. Los periodistas del país, que tanto tiempo llevan sufriendo ataques, merecen protección contra ellos, así como justicia cuando son víctimas de abusos Es responsabilidad del gobierno del primer ministro Sharif garantizarles ambas cosas. Debe empezar a hacerlo con la reanudación sin demora de la investigación de la muerte de Shahzad.”

Información complementariaLos 10 firmantes de la carta abierta al primer ministro Nawaz Sharif son:

Amnistía Internacional – Salil Shetty, secretario generalArticle 19 (Reino Unido) – Thomas Hughes, director ejecutivoComité para la Protección de los Periodistas – Joel Simon, director ejecutivoFreedom House – Karin Karlekar, directora de proyecto, Libertad de PrensaHuman Rights Watch – Brad Adams, director ejecutivo, División de AsiaInstituto Internacional de Seguridad en las Noticias (INSI) – Hannah Storm, directora ejecutivaInternews – Jeanne Bourgault, presidentaCoalición para la Seguridad de los Medios de Comunicación de Pakistán – Owais Aslam Ali, jefe del SecretariadoPen International – Ann Harrison, directora de programaReporteros sin Fronteras – Christopher Deloire, secretario general Puede leerse la carta abierta en:https://bit.ly/1nxwMab