Túnez: Debe anularse la sentencia condenatoria dictada contra preso de conciencia excarcelado

La liberación, anoche, de Jabeur Mejri, preso de conciencia que pasó dos años en prisión por publicar en Internet artículos y viñetas considerados ofensivos con el islam, llega con mucho retraso, y debe venir seguida de la anulación, por parte de las autoridades, de la sentencia y la condena dictadas contra él. Así lo ha manifestado Amnistía Internacional.

La organización había hecho una fuerte campaña por su liberación a través de diversas vías, entre ellas su campaña “Escribe por los derechos” de diciembre de 2013.

“La excarcelación de Jabeur Mejri supone un enorme alivio para su familia, y una victoria para todos los activistas que han hecho campaña en su favor en el mundo entero. El encarcelarlo durante dos años por las imágenes que publicó en la web fue una farsa que amenazaba con aplastar toda esperanza de un progreso real respecto a la libertad de expresión en el Túnez posterior a Ben Ali”, ha manifestado Philip Luther, director del Programa para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional. 

“Jabeur Mejri no debería haber sido nunca acusado, no digamos ya condenado y encarcelado, por el mero hecho de expresar libremente sus opiniones. El indulto no basta. Las autoridades tunecinas deben aclarar lo sucedido. La sentencia y la condena dictadas contra él deben ser anuladas, y su nombre debe quedar limpio de una vez por todas.”

El 19 de febrero de 2014 se anunció un indulto presidencial, que no elimina sus antecedentes penales, para Jabeur Mejri. Sin embargo, él continuó recluido, ya que el 28 de enero de 2014 se había vuelto a emitir contra él una orden de detención relativa a una denuncia de malversación de fondos que databa de 2011.

El Tribunal de Apelación de Monastir aceptó al atardecer del 4 de marzo una petición presentada por su abogado para que se le concediera la libertad provisional en espera de que concluyera la investigación sobre esas denuncias.

Jabeur Mejri niega las acusaciones, por las que podría enfrentarse a 10 años de prisión, y su abogado ha dicho que no hay pruebas que las respalden. Amnistía Internacional teme que hayan sido realizadas como una forma de acoso judicial.

“La emisión de una nueva orden de detención contra Jabeur Mejri dos semanas antes de que se le otorgara el indulto presidencial es una inquietante señal de que su suplicio puede no haber terminado todavía”, ha manifestado Philip Luther.

Durante el gobierno del presidente Ben Ali, derrocado en enero de 2011, los cargos y acusaciones falsos eran práctica habitual, y conducían casi sistemáticamente al encarcelamiento del acusado por parte de un sistema de justicia que llevaba a cabo las órdenes del ejecutivo de recluir a los presos políticos, incluidos presos de conciencia.

“Jabeur Mejri pasó dos años en la cárcel por expresar su opinión, un derecho consagrado en la constitución recién adoptada por Túnez. Las autoridades deben cumplir con su obligación de proteger este derecho y garantizar que las nuevas acusaciones contra él no son sólo una manera de seguir acosándolo”, ha manifestado Philip Luther.

Amnistía Internacional pide también a las autoridades tunecinas que reformen las disposiciones legales de la época de Ben Ali que penalizan el ejercicio pacífico del derecho a la libertad de expresión, incluidos los artículos 121.3 y 226 del Código Penal, que se utilizaron para condenar a Jabeur Mejri.