Amnistía Internacional ha instado a Timor Oriental a que cierre una laguna de su legislación que permite dejar impunes crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad cometidos durante la ocupación indonesia del periodo 1975-1999.
Timor-Leste; Justice in the Shadow, informe sobre el nuevo Código Penal de Timor Oriental, publicado hoy por Amnistía Internacional, documenta cómo la legislación hace posibles amnistías que impiden juzgar a presuntos autores de crímenes de guerra o crímenes de lesa humanidad.
Si no prohíbe tales amnistías, Timor Oriental estará incumpliendo las obligaciones que ha contraído en virtud del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, al que se adhirió en 2002.
“Los supervivientes de decenios de violaciones de derechos humanos cometidas en Timor Oriental piden justicia y reparación, pero las amnistías, indultos y demás medidas adoptadas de manera habitual por las autoridades han creado una cultura de impunidad”, ha manifestado Isabelle Arradon, investigadora de Amnistía Internacional sobre Timor Oriental.
Amnistía Internacional teme que la posibilidad de que las autoridades recurran a amnistías gracias a la laguna existente en el nuevo Código Penal perjudique la capacidad del joven país para adoptar fuertes medidas de disuasión de la violencia, mantener un sistema judicial independiente y digno de confianza y hacer rendir cuentas por sus actos a los grupos armados y las fuerzas de seguridad.
Entre quienes han sido puestos en libertad en virtud de conmutaciones de condenas o indultos presidenciales figuran personas procesadas y condenadas por las Salas Especiales de Delitos Graves, de la ONU, por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la transición de 1999 que convirtió a Timor Oriental en nación.
En 2008, el líder de la milicia Joni Marques quedó en libertad tras haberle reducido sustancialmente el presidente la pena. Había sido condenado originalmente a 33 años de prisión por crímenes de lesa humanidad.
“Las autoridades de Timor Oriental están renunciando a la justicia para conseguir la paz, pero negociar con la justicia en el caso de crímenes tan graves no sirve más que para menoscabar el Estado de derecho, y no resuelve el trauma del pasado”, ha explicado Isabelle Arradon.
En 2009, el gobierno de Timor Oriental permitió a Maternus Bere, contra quien la Dependencia de Investigación de Delitos Graves, de la ONU, había dictado acta de acusación, eludir el procesamiento trasladándolo a Indonesia antes de que fuera juzgado. Bere había sido un líder de la milicia implicado en matanzas de civiles en 1999.
El informe de Amnistía Internacional reconoce los importantes pasos que ha dado Timor Oriental para incorporar a su Código Penal muchas de la obligaciones que ha contraído en virtud del Estatuto de Roma. Sin embargo, además de no contener una prohibición expresa de las amnistías por crímenes de derecho internacional, el Código Penal carece de disposiciones sobre la cooperación con la Corte Penal Internacional.
Amnistía Internacional es partidaria de la aplicación a largo plazo de un plan exhaustivo para abordar la impunidad en Timor Oriental.
Tal medida incluiría el establecimiento de un tribunal internacional para investigar y procesar a los responsables de crímenes cometidos durante la ocupación indonesia, la búsqueda de los desaparecidos, el ofrecimiento de reparaciones a los millares de personas que continúan sufriendo y a los familiares de las que han muerto y la aplicación de un enfoque a las amnistías, indultos y medidas similares que no menoscabe el Estado de derecho.
Información complementaria
En agosto de 1999, el pueblo de Timor Oriental votó por abrumadora mayoría a favor de su independencia de Indonesia en un referéndum auspiciado por la ONU. Durante el periodo previo a la votación y después de ella se cometieron numerosos crímenes de lesa humanidad y otras violaciones graves de derechos humanos. La mayoría de los presuntos autores de estos crímenes continúan en libertad en Indonesia.
Según cálculos del informe de la Comisión para la Acogida, la Verdad y la Reconciliación, entre 1974 y 1999 fueron víctimas de homicidio o murieron de hambre en Timor Oriental unas 100.000 personas.
La comisión de crímenes de lesa humanidad y otras violaciones de derechos humanos fue especialmente intensa de 1975 en adelante, durante los 24 años de ocupación indonesia, cuando se perpetraron homicidios ilegítimos, desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias, tortura y otros malos tratos, crímenes de guerra, violencia sexual, violaciones de los derechos de los niños y violaciones de derechos económicos, sociales y culturales.
La inmensa mayoría de los crímenes cometidos en el pasado, principalmente por las fuerzas de seguridad indonesias y sus aliados, no se han abordado aún.
Para más información, véase el informe de Amnistía Internacional ‘We cry for justice’: Impunity persists 10 years on in Timor-Leste’ (Índice AI: ASA 57/001/2009, 27 de agosto de 2009), disponible en: https://www.amnesty.org/es/library/info/ASA57/001/2009/en