África: Los países a punto de abolirla deben mostrar su firme oposición a la pena de muerte

Tres países del África subsahariana que están a punto de abolir la pena de muerte deben actuar ya y abolirla de una vez por todas, lo que allanará el camino para que otros países de todo el mundo sigan sus pasos, ha declarado Amnistía Internacional con motivo del Día Mundial contra la Pena de Muerte (10 de octubre).

Kenia y Zimbabue ya han presentado proyectos de ley para abolir la pena de muerte para todos los delitos, mientras que Gambia, que ha hecho progresos constantes contra este cruel castigo desde 2017, ha iniciado un proceso de enmienda constitucional que, entre otras cosas, abolirá efectivamente la pena de muerte. Hasta la fecha, 24 países de todo el África subsahariana han abolido la pena de muerte para todos los delitos, mientras que otros dos la han abolido sólo para los delitos comunes.

“Aunque en la región del África subsahariana se produjo un aumento tanto de las ejecuciones registradas como de las condenas a muerte registradas en 2023, Gambia, Kenia y Zimbabue tienen la oportunidad de invertir esa tendencia en la región”, ha declarado Oluwatosin Popoola, asesor jurídico de Amnistía Internacional sobre la pena de muerte.

“Los países que aún mantienen la pena de muerte son una minoría aislada, ya que el mundo sigue alejándose definitivamente de este cruel castigo. Cuantos más países supriman la pena de muerte para todos los delitos, más aislados estarán los países restantes y más débil será su posición respecto a la pena de muerte. La mayoría de los países del mundo han abolido la pena de muerte para todos los delitos. Es hora de que todos los países se alejen de una vez por todas de este castigo cruel, inhumano y degradante”.

Los países que aún mantienen la pena de muerte son una minoría aislada, ya que el mundo sigue alejándose definitivamente de este cruel castigo.

Oluwatosin Popoola, asesor jurídico de Amnistía Internacional sobre la pena de muerte

Esperanza para la región

Gambia, Kenia y Zimbabue no han llevado a cabo ninguna ejecución en más de una década, y cada uno de estos países ha conmutado varias penas de muerte en el mismo periodo.

La última ejecución de que se tiene noticia en Kenia se registró en 1987. Aunque el país no tiene una moratoria oficial sobre las ejecuciones, ha establecido la práctica de no llevarlas a cabo. A pesar de que los tribunales de Kenia siguen imponiendo condenas a muerte, el país continúa avanzando a buen ritmo contra la pena capital. En 2023 se concedieron 606 conmutaciones de penas de muerte, y actualmente están pendientes en el Parlamento cuatro proyectos de ley para abolir dicha pena.

La última ejecución conocida en Zimbabue se llevó a cabo en 2005, aunque los tribunales siguen imponiendo penas de muerte. Sin embargo, desde que el presidente Emmerson Mnangagwa asumió el cargo en noviembre de 2017, ha dejado clara su oposición a la pena capital.

“El propio presidente de Zimbabue fue condenado a muerte por “terrorismo” cuando era joven, debido a su participación en la lucha por la liberación de Zimbabue. Evitó la ejecución por un escaso margen, ya que en aquel momento era menor de 21 años, y en su lugar fue condenado a 10 años de prisión. El presidente sabe lo que es enfrentarse a la pena de muerte y ahora tiene la oportunidad de garantizar que nadie más pase por eso”, ha afirmado Oluwatosin Popoola.

En diciembre de 2023 se publicó en el boletín oficial de Zimbabue el proyecto de ley de abolición de la pena de muerte, y en febrero de 2024 el gabinete del gobierno anunció su apoyo a dicho proyecto de ley, que actualmente está pendiente de tramitación parlamentaria.

La última ejecución en Gambia se llevó a cabo en 2012, cuando nueve soldados fueron ejecutados por un pelotón de fusilamiento. Sin embargo, desde que el presidente Adama Barrow asumió el cargo en enero de 2017, Gambia ha dado pasos notables contra la pena de muerte: el país ha establecido una moratoria oficial de las ejecuciones, se ha adherido a un tratado internacional para la abolición de esta pena y conmuta habitualmente las condenas a muerte.

Seguir avanzando

En 2023, Amnistía Internacional registró 1.153 ejecuciones, un aumento del 31% (270) respecto a las 883 ejecuciones conocidas en 2022. Este año ha continuado una tendencia preocupante, con un alarmante aumento de las ejecuciones en Irán y Arabia Saudí, la decisión de República Democrática del Congo de reanudar las ejecuciones y el fracaso del Tribunal Supremo de Taiwán en abolir la pena de muerte. Sin embargo, los países del África subsahariana ofrecen un rayo de esperanza en el camino hacia la abolición mundial de la pena de muerte. Hasta la fecha, 113 países de todo el mundo han abolido la pena de muerte para todos los delitos.

“Los países que aún mantienen la pena de muerte en sus leyes a menudo recurren a ella creyendo que el castigo puede hacer que su población y sus comunidades sean más seguras. Sin embargo, se trata de una idea equivocada. La pena de muerte no tiene un efecto disuasorio especial y viola el derecho a la vida proclamado en la Declaración Universal de Derechos Humanos. La pequeña minoría de países que insiste en utilizar este castigo debe adaptarse a los tiempos y abolir la pena de muerte de una vez por todas”, ha manifestado Oluwatosin Popoola.

Información complementaria

En 2023, Amnistía Internacional documentó un fuerte aumento del uso de la pena de muerte en todo el África subsahariana. Las ejecuciones registradas se triplicaron con creces y las condenas a muerte registradas aumentaron considerablemente, un 66%. Somalia fue el único país de la región del que se sabe que llevó a cabo ejecuciones. Se registraron condenas a muerte en 14 países, 2 menos que en 2022. Cuatro países tomaron medidas legislativas positivas hacia la abolición de la pena de muerte. Para más información, véase Condenas a muerte y ejecuciones 2023.