Marruecos: Periodista acosado por las autoridades debe ser juzgado de nuevo con las debidas garantías

En respuesta a la condena a seis años de prisión dictada contra el periodista y crítico del gobierno Omar Radi en un juicio empañado por violaciones flagrantes del debido proceso en relación con cargos de espionaje y violación, Amna Guellali, directora adjunta de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África, ha afirmado:

“Antes de su detención, Omar Radi sufrió el acoso de las autoridades por su valiente trabajo periodístico en el que criticaba las violaciones de derechos humanos y denunciaba la corrupción. Su juicio ha estado empañado por deficiencias desde el principio. Se le ha privado del derecho a preparar una defensa adecuada, se les ha negado a él y a su equipo jurídico el acceso a algunas de las pruebas presentadas en su contra, y se han denegado todas las peticiones de citar a testigos de la defensa en las causas incoadas contra él. También lleva casi un año recluido en régimen de aislamiento.

Condenar a alguien a seis años de prisión después de unos procedimientos tan viciados no es justicia. Las autoridades de Marruecos deben concederle con urgencia un nuevo juicio justo conforme a las normas internacionales

Amna Guellali, Amnistía Internacional

Condenar a alguien a seis años de prisión después de unos procedimientos tan viciados no es justicia. Las autoridades de Marruecos deben conceder con urgencia a Omar Radi un nuevo juicio justo conforme a las normas internacionales.

Información complementaria

Omar Radi es uno de los fundadores de Le Desk, sitio web marroquí de noticias independiente, que publica contenidos críticos con las autoridades. Su periodismo se centra en la política y en la investigación de corrupción de las autoridades.

El 29 de julio de 2020, las autoridades lo detuvieron y lo acusaron de “dañar la seguridad interna y externa de Marruecos”, basándose para ello en que había recibido fondos de fuentes “vinculadas a agencias de inteligencia extranjeras”. Amnistía Internacional considera que estos cargos son falsos ya que están relacionados con subvenciones para la investigación en el contexto de una beca de periodismo y de servicios de consultoría autónomos, actividades protegidas por el derecho a la libertad de expresión.

También se presentaron contra Omar Radi cargos de “violación” y “agresión sexual” tras afirmar una excolega de Le Desk que la había agredido el 12 de julio de 2020. Él niega la acusación. Es fundamental que todas las acusaciones de agresión sexual se investiguen debidamente y que quienes perpetran dichas agresiones respondan de sus actos ante la justicia. Sin embargo, con independencia de la gravedad de los cargos formulados contra él, las autoridades deben garantizar que recibe un trato justo y un juicio con las debidas garantías.

En junio de 2020, Amnistía Internacional reveló en un informe que las autoridades marroquíes habían sometido a Omar Radi a vigilancia por medio de software espía de la empresa israelí NSO Group. Tras la publicación del informe, las autoridades marroquíes lanzaron una campaña de difamación contra Amnistía Internacional, en un intento de desacreditar las conclusiones de la organización y desviar la atención de la vigilancia ilegal de periodistas y defensores y defensoras de los derechos humanos en Marruecos. El acta de acusación formal en las causas incoadas contra Omar Radi por espionaje y por violación, de fecha 18 de marzo de 2021, confirma que las autoridades tenían sometido a vigilancia al periodista desde el 29 de diciembre de 2017.

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