Myanmar: Fuerzas armadas bajo “importante presión” tras corte de relaciones por gigante del acero

Ante la información de que el gigante del acero surcoreano POSCO pondrá fin a la empresa conjunta que su filial en Myanmar comparte con el conglomerado empresarial MEHL, propiedad de las fuerzas armadas, Montse Ferrer, investigadora de Empresas y Derechos Humanos de Amnistía Internacional, ha declarado:

“La decisión de POSCO de cortar esta relación es el último golpe a las fuerzas armadas de Myanmar, que siguen imponiendo su dominio mediante asesinatos y violaciones atroces de derechos humanos. Según informes, las fuerzas armadas, desde que dieron el golpe de Estado en febrero, han matado a alrededor de 700 personas, entre las que había decenas de menores.

“Dada la envergadura de las operaciones de POSCO en Myanmar, este anuncio es un importante paso adelante, pues aumenta el aislamiento de las autoridades militares y se suma a la creciente presión que se ejerce sobre otras compañías para que pongan fin a sus vínculos empresariales con MEHL.

POSCO no ha anunciado aún todos los detalles de sus planes para desvincularse de su operación siderúrgica y si continuará pagando cuotas de arrendamiento a MEHL. La empresa tampoco ha abordado aún su impacto general en otros sectores de Myanmar.Sin embargo, esto sigue siendo un aviso para todas las empresas e inversionistas que tienen asociaciones empresariales con MEHL. Todas estas empresas deben hacer lo correcto, actuar con responsabilidad y cortar de inmediato estos vínculos .

“Ahora que aumenta la presión sobre las empresas y mientras las fuerzas armadas siguen cometiendo violaciones atroces de derechos humanos, el Consejo de Seguridad de la ONU debe dejar de ir tan rezagado e imponer, sin más demora, un embargo de armas integral y global a Myanmar, así como sanciones económicas selectivas a altos mandos militares responsables de crímenes atroces. El Consejo de seguridad de la ONU debe asimismo remitir urgentemente la situación de Myanmar a la Corte Penal Internacional”.

Información complementaria

El 16 de abril de 2021, POSCO anunció que su filial en Myanmar, POSCO C&C, pondría fin a su relación con Myanmar Economic Holdings Limited (MEHL), propiedad de las fuerzas armadas. Esta decisión se produce tras meses de presión internacional por parte de Amnistía Internacional y otras organizaciones, que se han comunicado con POSCO, sus inversionistas y sus accionistas, pidiendo a la empresa que corte relaciones con las fuerzas armadas de Myanmar.

El 24 de marzo de 2021, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobó por consenso una resolución sobre la situación de los derechos humanos en Myanmar que ponía de relieve que ninguna empresa activa en Myanmar o con relaciones empresariales con Myanmar debería hacer negocios con las fuerzas armadas (conocidas también como Tatmadaw) ni con ninguna de sus entidades empresariales hasta, y a menos que esas empresas se reestructuren y transformen.

En septiembre de 2020, el informe de Amnistía Internacional Military Ltd.demostró que POSCO, como socio empresarial de MEHL, estaba vinculada a la financiación de unidades militares de Myanmar implicadas en crímenes de derecho internacional y otras violaciones graves de derechos humanos.

Las fuerzas armadas de Myanmar dieron un golpe de Estado el 1 de febrero de 2021 y vienen empleando de forma creciente medios letales, armas de guerra incluidas, contra manifestantes en su inmensa mayoría pacíficos y transeúntes, y han causado la muerte, según informes, de más de 700 personas, decenas de menores entre ellas. También han detenido arbitrariamente a más de 3.000 personas, entre las que figuran personal del gobierno, defensores y defensoras de los derechos humanos, activistas, periodistas, artistas, personal médico y otras personas.