Administro la página de Black Lives Matter en Twitter. A diario recibimos en la página toneladas de violencia y de cosas simplemente terribles que la gente dice a las personas negras que organizan eventos. Hay quien tiene una especie de cuentas específicas para trolear a otras personas. A eso dedican su tiempo. Creo que por eso me parece como que [el comportamiento abusivo] está más o menos normalizado. Hay gente que dedica su existencia a enviar mensajes para fastidiarnos la salud mental, a mí y a las personas negras que organizamos eventos, y así destrozarnos.
Hay gente que siempre se centra en decirte que eres una persona inmigrante, queer, trans, musulmana o discapacitada. Saben que tenemos estas identidades y tratan activamente de destruirnos. [El comportamiento abusivo en Internet] no es simplemente “algo” que ocurre; es una táctica, es una estrategia que usan para que dejemos de empoderarnos. Es simplemente la naturaleza de Twitter, la forma en que permite que gente llena de odio se encone [en la plataforma] hasta el punto de que pensemos que “esto es lo que hay”.
Twitter tiene que poner el punto de mira en sus responsabilidades y a sus valores. Me hartan las empresas tecnológicas o las redes sociales que creen que no tienen que aplicar sus valores. Si Twitter valora a las mujeres y femmes, si valora nuestra seguridad, entonces debe elaborar e implementar efectivamente sus prácticas de modo que nos protejan de verdad.
Twitter va a tener que decir si está o no con la gente. Debe posicionarse y demostrarnos quién es. Si no se posiciona, entonces nos demostrará quién es exactamente. Twitter tiene el poder de cambiar la manera en que las mujeres y femmes experimentan el comportamiento abusivo en su plataforma, o incluso si lo experimentan. Después de todo, es quien coordina el espacio y tiene el poder de cambiar nuestras experiencias.