En respuesta a la decisión de un tribunal antiterrorista de declarar culpable a un hombre y condenarlo a muerte por publicar presuntamente contenido considerado “blasfemo” en Facebook, Nadia Rahman, responsable de campañas de Amnistía Internacional para Pakistán, ha dicho lo siguiente:
“Declarar culpable a una persona y condenarla a muerte por la supuesta publicación de material blasfemo en Internet es una violación del derecho internacional de los derechos humanos y sienta un peligroso precedente. Las autoridades utilizan una legislación general y poco precisa para penalizar la libertad de expresión. Él y todas las demás personas acusadas de “blasfemia” deben quedar en libertad de inmediato.
“En lugar de exigir responsabilidades por la violencia colectiva que ha causado la muerte de al menos tres personas y lesiones a varias más en los últimos meses, las autoridades están empezando a formar parte del problema al aplicar unas leyes que carecen de garantías y están abiertas al abuso.
Ninguna persona debe ser llevada ante un tribunal antiterrorista o de otra índole por ejercer pacíficamente a través de Internet su derecho a la libertad de expresión y de pensamiento, conciencia, creencia o religión. Además, es terrible que estén dispuestos a aplicar la pena capital en estos casos, un castigo cruel e irreversible que la mayor parte del mundo ha tenido la sensatez de abandonar.”
Información complementaria
Un tribunal antiterrorista emitió la declaración de culpabilidad y la condena después de que el usuario de Facebook fuera acusado en aplicación del artículo 295.c del Código Penal paquistaní (hacer observaciones despectivas […] sobre el Santo Profeta) y de los artículos 9 y 11.w de la Ley Antiterrorista, que penaliza la incitación al odio sectario.
Es la condena más dura que se ha dictado hasta la fecha por un delito relacionado con la ciberdelincuencia. En Pakistán no se ha ejecutado a nadie por el delito de blasfemia.
En un informe publicado en diciembre de 2016, Amnistía Internacional documentaba cómo las leyes sobre la blasfemia de Pakistán suelen utilizarse contra minorías religiosas y otras personas que son objeto de falsas acusaciones, y al mismo tiempo dan alas a grupos parapoliciales dispuestos a amenazar o matar a los acusados.
En “As good as dead”: The impact of blasphemy laws in Pakistan se describe cómo la persona, una vez que ha sido acusada, queda atrapada en un sistema que apenas le ofrece garantías, presupone su culpabilidad y no la protege de personas dispuestas a utilizar la violencia.
Las personas acusadas de blasfemia, según documenta el informe, se enfrentan a una dura lucha para demostrar su inocencia. Aunque una persona sea absuelta de los cargos en su contra y liberada, generalmente con mucho retraso, su vida sigue corriendo peligro.
Amnistía Internacional se opone incondicionalmente a la pena de muerte en todos los casos, con independencia de quien sea la persona acusada, de su culpabilidad o inocencia, del delito cometido y del método de ejecución.