Bahréin: Al menos un muerto y cientos de personas heridas en violenta represión del gobierno a la oposición

Los inquietantes acontecimientos de hoy muestran de nuevo las consecuencias de la impunidad generalizada de que disfrutan las fuerzas de seguridad. Debe abrirse sin demora una investigación independiente, y los responsables de homicidios ilegítimos y otros usos arbitrarios o abusivos de la fuerza deben ser enjuiciados. Las autoridades deben frenar a las fuerzas de seguridad, ordenar que cumplan estrictamente las normas internacionales sobre el uso de la fuerza por la policía y garantizar que se protege el derecho a la protesta pacífica.

Samah Hadid, directora de Campañas sobre Oriente Medio de Amnistía Internacional

Según los indicios descubiertos por Amnistía Internacional, las fuerzas de seguridad bahreiníes hicieron uso excesivo de la fuerza contra las personas que se manifestaban en la localidad de Duraz, en su mayoría de forma pacífica, como parte de la represión en curso de esta población, que está sometida a sitio por las autoridades desde hace 11 meses.

Al menos un hombre perdió la vida y cientos de personas resultaron heridas cuando las fuerzas de seguridad dispararon perdigones con escopetas y gas lacrimógeno contra los manifestantes. Según las fuentes de Amnistía, durante los violentos enfrentamientos fueron asaltadas las casas que rodeaban el domicilio del destacado líder espiritual chií Sheikh Issa Qassem y detenidas las personas que se encontraban en ellas.

“Los inquietantes acontecimientos de hoy muestran de nuevo las consecuencias de la impunidad generalizada de que disfrutan las fuerzas de seguridad. Debe abrirse sin demora una investigación independiente, y los responsables de homicidios ilegítimos y otros usos arbitrarios o abusivos de la fuerza deben ser enjuiciados. Las autoridades deben frenar a las fuerzas de seguridad, ordenar que cumplan estrictamente las normas internacionales sobre el uso de la fuerza por la policía y garantizar que se protege el derecho a la protesta pacífica”, ha declarado Samah Hadid, directora de Campañas sobre Oriente Medio de Amnistía Internacional.

“Nuestra información indica que la policía atacó lo que había comenzado como una manifestación pacífica. Las normas internacionales exigen que los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley no empleen medios letales a menos que sea inevitable para proteger contra una amenaza para la vida o de lesiones graves.”

La madrugada del 23 de mayo, cientos de vehículos blindados y de transporte de personal rodearon la localidad de Duraz, donde reside Sheikh Issa Qassem. Hacia las 00:30, las mezquitas de la zona convocaron por los altavoces a la gente para que marchara hacia el domicilio de Sheikh Issa Qassem. La vivienda era escenario de una sentada permanente desde junio de 2016, tras la decisión del gobierno de retirar arbitrariamente la nacionalidad a Sheikh Issa Qassem y bloquear todos los accesos a Duraz salvo dos carreteras, en las que pusieron puestos de control en los que las fuerzas de seguridad impedían la entrada a todo aquel que no fuera residente de la localidad.

Una testigo presencial que habló con Amnistía Internacional dijo que había visto cientos de vehículos de seguridad del Ministerio del Interior y alrededor de 20 vehículos de Seguridad Nacional dirigiéndose hacia el domicilio de Sheikh Issa Qassem. A las 07:00, centenares de personas marcharon pacíficamente en Duraz como protesta, antes de que comenzaran los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad hacia las 08:00. Los enfrentamientos violentos continúan en la zona. Según los informes, las fuerzas de seguridad disparan a quienes tratan de salir de la localidad.

Al menos un hombre, Mohamed Kazem Mohsen Zayn al Deen, activista medioambiental de 39 años, murió por heridas de perdigón en la cabeza. Según una fuente, fue tiroteado cuando trataba de impedir que las fuerzas de seguridad entraran en el domicilio de Sheikh Issa Qassem. Otro hombre fue trasladado asimismo al hospital con heridas potencialmente mortales en el estómago, también de perdigón. Otras cuatro personas sufrieron heridas graves y cientos más resultaron heridas. Según fuentes sobre el terreno, las que no tienen heridas de gravedad no acuden al hospital por temor a ser detenidas y reciben asistencia de personas voluntarias con formación en primeros auxilios.

Amnistía Internacional ha hablado con testigos que afirman haber visto cuatro helicópteros en Duraz desde los que lanzaron gas lacrimógeno a los manifestantes. Una testigo presencial dijo que había más gas lacrimógeno del que había visto nunca: “No podíamos abrir las ventanas sin que entrase”.

Según otros testigos, los helicópteros lanzaron gas lacrimógeno contra los manifestantes en la vecina población de Bani Jamra y algunos manifestantes de esa localidad resultaron heridos por perdigones. Ha habido protestas en al menos otras siete localidades.

Amnistía Internacional ha verificado también imágenes de un agente de seguridad en Duraz que portaba una ametralladora Heckler & Koch MP-5 de 9mm y de otros agentes con escopetas, así como imágenes de otro agente que llevaba un arma de fuego mientras asaltaba una casa en Duraz.

Hacia las 12:40pm de hoy Amnistía Internacional recibió informes según los cuales los agentes de seguridad habían rodeado el domicilio de Sheikh Issa Qassem y las casas de alrededor, y habían lanzado gas lacrimógeno en su interior antes de asaltarla. Según una declaración del Ministerio del Interior, se ha levantado un cordón de alambre de espinos alrededor de la vivienda y se ha detenido a 50 personas. Aunque Sheikh Issa Qassem no se encuentra actualmente entre los detenidos, se teme que las autoridades puedan detenerlo y expulsarlo del país, como ya han hecho con otras personas a las que se retiró arbitrariamente la nacionalidad en 2015 y 2016.

Información complementaria:

El domingo 21 de mayo, Sheikh Issa Qassem fue condenado a un año de prisión por cargos de “blanqueo de dinero y recaudar fondos públicos sin licencia”, con suspensión de su cumplimiento durante tres años. El cargo guarda relación con su recepción de khums, donativos que, según el islam chií, los fieles deben entregar a su líder espiritual (o al representante de éste) para que los reparta entre los pobres, y que equivalen a una quinta parte de las ganancias anuales del donante, una costumbre que la comunidad chií de Bahréin practica desde hace siglos. Sheikh Issa Qassem es el líder espiritual de Al Wefaq, partido de la oposición que fue disuelto en julio de 2016.

Se ha convocado a la ciudadanía a marchar hacia Duraz e intentar romper el bloqueo impuesto por las fuerzas de seguridad desde junio de 2016. La situación sigue siendo muy inestable.

El gobierno de Bahréin reprime sistemáticamente a todas las personas que se atreven a hablar contra él desde el levantamiento en Bahréin de 2011. El país está al borde de una crisis de derechos humanos desde enero de 2017, tras la ejecución de tres hombres que desencadenó protestas en más de 20 localidades, Duraz entre ellas, en las que participaron centenares de personas. Las fuerzas de seguridad emplearon gas lacrimógeno y escopetas para disparar perdigones contra los manifestantes y, en algunos casos, munición antidisturbios menos letal y munición real. Amnistía Internacional ha verificado imágenes de vídeo en las que hombres armados enmascarados con pasamontañas negros disparaban escopetas semiautomáticas Benelli durante los enfrentamientos en Duraz el 26 de enero de 2017. Esa mañana, Mustapha Hamdan, de 18 años, recibió un disparo de bala en la cabeza cerca de la parte de atrás del domicilio de Sheikh Issa Qassem. Murió el 24 de marzo a consecuencia de sus heridas.