Siria: El Consejo de seguridad de la ONU debe tomar medidas decisivas tras el ataque químico de Idleb

  • Los expertos creen que se lanzó desde el aire un agente neurotóxico, como gas sarín

  • Amnistía Internacional ha autenticado y analizado decenas de vídeos del lugar del ataque

  • Este ataque químico, el más mortal desde 2013, es continuación de otros casos de uso de armas químicas y comisión generalizada de crímenes de guerra con armas convencionales

Los datos reunidos apuntan al uso de un agente neurotóxico en un ataque químico por aire que mató a más de 70 civiles y causó lesiones a centenares más en Jan Sheijun, en la provincia del norte de Siria de Idleb, ha revelado Amnistía Internacional esta mañana, cuando el Consejo de seguridad de la ONU celebra una reunión de urgencia en Nueva York.
La organización insta al Consejo de Seguridad a adoptar de inmediato una resolución que haga cumplir la prohibición de los ataques con armas químicas y facilite el enjuiciamiento de los autores de estos delitos.

“Los miembros del Consejo de Seguridad, en particular Rusia y China, han dado muestra de un cruel desprecio por la vida humana en Siria al abstenerse reiteradamente de aprobar resoluciones que permitan tomar medidas punitivas contra quienes cometen crímenes de guerra y otras violaciones graves del derecho internacional en Siria”, ha señalado Anna Neistat, directora general de Investigación de Amnistía Internacional. “El Consejo de Seguridad debe celebrar de inmediato una votación para aprobar que se investigue este ataque y ayudar a llevar a los responsables ante la justicia. Las consecuencias de no hacerlo serán catastróficas, pues se correrá el riesgo de que gobiernos y grupos armados se sientan en Siria más envalentonados aún para atacar a civiles cometiendo crímenes de guerra con armas convencionales y prohibidas por igual.”

“El Consejo de Seguridad debe celebrar de inmediato una votación para aprobar que se investigue este ataque y ayudar a llevar a los responsables ante la justicia. Las consecuencias de no hacerlo serán catastróficas, pues se correrá el riesgo de que gobiernos y grupos armados se sientan en Siria más envalentonados aún para atacar a civiles cometiendo crímenes de guerra con armas convencionales y prohibidas por igual.

Anna Neistat, directora general de Investigación de Amnistía Internacional.

Parece que muchas de las víctimas del ataque, efectuado el martes, 4 de abril, alrededor de las seis y media de la mañana, hora local, resultaron contaminadas mientras dormían en sus camas. Expertos en armas químicas

que colaboran con Amnistía Internacional han confirmado que es muy probable que las víctimas quedaran expuestas a un agente neurotóxico o un compuesto de organofósforo, como el gas sarín. Los expertos no creen que se utilizara gas de cloro, como en anteriores ataques químicos lanzados en el conflicto de Siria.

Datos de vídeo

Amnistía Internacional ha podido también autenticar más de 25 vídeos gravados tras el ataque con armas químicas. La calidad de algunos permite a los expertos observar que las víctimas presentan pupilas puntiformes, síntoma clásico de intoxicación por gas neurotóxico. Hay informes sobre personal médico afectado por exposición secundaria, lo que también coincide con el uso de un agente neurotóxico. En algunos vídeos no se observan en las víctimas sacudidas ni movimientos espasmódicos, lo que los expertos coinciden en atribuir a intoxicación extrema. En otros, entre los que hay vídeos de niños y niñas, las víctimas están temblando. En un vídeo que Amnistía Internacional ha corroborado con otro contenido disponible se ven los cuerpos inertes de nueve niños y niñas en una camioneta. Están desnudos o parcialmente vestidos, como si hubieran muerto en sus camas. No hay signos visibles de traumatismo en los cadáveres, lo que coincide con la contaminación química.

Otros vídeos gravados en centros médicos tras el ataque muestran a muchas personas que están siendo atendidas por problemas respiratorios, así como más imágenes de niños y adultos muertos. No hay signos evidentes de heridas sangrantes o de metralla.

“Este es el ataque químico más letal cometido en Siria desde que el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó la Resolución 2118 en septiembre de 2013 para la eliminación de las armas químicas en el país”, ha explicado Anna Neistat. “La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas y la ONU han confirmado conjuntamente varios ataques con armas químicas desde entonces, cometidos por fuerzas tanto gubernamentales como no gubernamentales. Es terrible que no se haya llevado a nadie ante la justicia.”

Entrevistas con personal médico en Idleb

Amnistía Internacional ha entrevistado a un enfermero que estaba trabajando en el hospital de Al Rahma la mañana del ataque. Recuerda que miró su reloj alrededor de las seis y veinte, cuando estaba tomando el café de la mañana, y que todo había estado tranquilo hasta entonces.

“El ruido de la explosión no fue como el sonido a que estamos acostumbrados. Mis colegas y yo pensamos que no había explotado, por el ruido sordo que hacía, que no era de explosión. A los pocos minutos, alrededor de las siete menos veinticinco, trajeron a las primeras víctimas, y ya no dejaron de llegar hasta alrededor de las nueve. Estaba llegando una cantidad enorme de personas y ayudantes, y eramos sólo cuatro del personal médico del hospital en ese momento, y uno de nosotros también se infectó.”

El enfermero describió también síntomas desconocidos:

“El olor llegaba hasta nosotros aquí en el centro; olía como a comida podrida. Hemos recibido a víctimas de ataques con gas de cloro antes; esto era completamente diferente. Las víctimas tenían vómito de la nariz y de la boca, de color amarillo oscuro, tirando a marrón a veces. Parálisis de las funciones respiratorias; los niños morían más deprisa que los adultos por esta causa. Probamos con inyecciones […] no sirvió de nada. Las víctimas no podían tragar, estaban inconscientes, no respondían a nada.”

“El uso de armas químicas está estrictamente prohibido por el derecho internacional humanitario y constituye un crimen de guerra. La comunidad internacional debe expresar su indignación y tomar todas las medidas posibles para proteger a la población siria y del mundo de tan horribles actos”, ha afirmado Anna Neistat.

También ofreció su testimonio de lo ocurrido un médico de un hospital quirúrgico situado a unos 50 kilómetros del lugar del ataque.

Los niños son los primeros en morir; no lo resisten

Médico de Idleb

“Primero se envió a las víctimas a los hospitales más próximos, así que cuanto llegaron aquí eran ya alrededor de las ocho de la mañana. El ataque se produjo a las 6.42 exactamente. Las víctimas, incluidos alrededor de 70 muertos, ascienden en total a alrededor de 400 personas, que se distribuyeron por los diferentes centros médicos, y las llevadas a Turquía. La mayoría de las víctimas que recibimos estaban todavía vivas. Las que murieron no llegaron a tiempo aquí. Dos de las personas que trajeron murieron en el hospital.

“Las víctimas llegaban en distintos estados: unas tenían parálisis muscular y respiratoria, que intentamos tratar con tranquilizantes y atropina.

“Tenían secreciones de la boca y la nariz que eran blancas. Algunas estaban completamente inconscientes. Algunas tenían dolor muscular severo.

“Los niños son los primeros en morir; no lo resisten Sólo teníamos un niño, que, gracias a Dios, sobrevivió.”

Información complementaria

Jan Sheijun es una pequeña localidad de la carretera de Damasco, situada en la zona rural de Idleb, que es una de la pocas del noreste de Siria que continúa bajo el control de la oposición. En los últimos meses Idleb se ha convertido en punto de recogida de quienes huyen de la violencia en Alepo y otras partes. Sufre esporádicamente bombardeos aéreos y de artillería sirios desde 2012. Últimamente se han intensificado los bombardeos, en respuesta una ofensiva sorpresa de grupos armados de oposición en Hama. Los aviones de la coalición dirigida por Estados Unidos han efectuado también ataques en la gobernación de Idleb.

Amnistía Internacional ha pedido reiteradamente al Consejo de seguridad de la ONU que ponga fin a la espiral de impunidad y remita la situación en Siria a la Fiscalía de la Corte Penal Internacional. En febrero de 2017, Rusia y China vetaron un proyecto de resolución del Consejo destinado a imponer medidas, en virtud del capítulo VII de la Carta de la ONU, sobre la transferencia no autorizada de armas químicas y todo uso de armas químicas por cualquier entidad en Siria. Este ataque sirve también triste y desolador recordatorio a los países europeos que se reúnen en Bruselas para hablar de la reconstrucción de Siria de que la adopción de medidas para garantizar la justicia y la rendición de cuentas ha de ser un elemento central de todo debate sobre el futuro del país.