Rusia: la justicia ofrece un “rayo de luz” en el caso presentado por el manifestante encarcelado Ildar Dadin

La sentencia dictada esta mañana por el Tribunal Constitucional en San Petersburgo, que limita la draconiana legislación rusa en materia de protestas públicas constituye un inusual atisbo de esperanza para el derecho de reunión pacífica, ha declarado hoy Amnistía Internacional.

En el recurso de apelación presentado por Ildar Dadin —preso de conciencia que hasta la fecha es la única persona encarcelada por esta ley—, el Tribunal ha afirmado claramente que la responsabilidad penal de los manifestantes debe basarse en el daño causado —o en la amenaza de dicho daño— y no en el simple hecho de celebrar una concentración pacífica “no autorizada”.

Esta decisión supone un rayo de luz en el sombrío panorama para el derecho de reunión pacífica en Rusia.

Denis Krivosheev, director adjunto de Amnistía Internacional para Europa y Asia Central

“Esta decisión supone un rayo de luz en el sombrío panorama para el derecho de reunión pacífica en Rusia. Es un mensaje contundente para las autoridades que han utilizado esta legislación draconiana para perseguir a manifestantes pacíficos como Ildar Dadin”, ha afirmado Denis Krivosheev, director adjunto de Amnistía Internacional para Europa y Asia Central.

El Tribunal Constitucional también ha requerido que se revise el caso de Ildar Dadin. Amnistía Internacional lo considera preso de conciencia, detenido exclusivamente por el ejercicio pacífico de sus derechos. Las autoridades deben efectuar la revisión de su caso sin demora para garantizar su liberación inmediata e incondicional.

Aunque éste es un paso en la dirección correcta, la legislación antiprotesta en Rusia sigue siendo terriblemente dura.

Denis Krivosheev, director adjunto de Amnistía Internacional para Europa y Asia Central

“Aunque éste es un paso en la dirección correcta, la legislación antiprotesta en Rusia sigue siendo terriblemente dura. Reiteramos nuestro llamamiento a las autoridades para que pongan inmediata e incondicionalmente en libertad a Dadin y garanticen que ninguna otra persona es procesada únicamente por celebrar una manifestación pacífica”, ha declarado Denis Krivosheev.

Información complementaria

El recurso de apelación interpuesto por Ildar Dadin impugnaba la constitucionalidad del artículo 212.1 del Código Penal Ruso. Este artículo se introdujo en julio de 2014 para penalizar la vulneración reiterada (más de tres veces en un periodo de 180 días) de la indebidamente restrictiva legislación de Rusia en materia de reuniones públicas. Este “delito” se castiga con hasta cinco años de prisión.

Un tribunal de Moscú aplicó dicha legislación para condenar a Ildar Dadin a tres años de cárcel el 7 de diciembre de 2015 (condena reducida en apelación a dos años y medio).

El Tribunal Constitucional no ha declarado inconstitucional el artículo, pero ha fallado que el castigo penal por tales vulneraciones debe ser proporcional al peligro público causado por el delito. Además, no se requiere que los tribunales demuestren la intención delictiva de una persona para cometer dichas infracciones.

El Tribunal ha pedido a los legisladores que reformen el Código Penal en consecuencia.

La primera “infracción” de Ildar Dadin, por la que fue detenido y multado, fue protestar pacíficamente —de forma individual y pública— contra la declaración de culpabilidad de activistas pacíficos de la manifestación celebrada en Bolotnaya, Moscú, el 6 de mayo de 2012. Posteriormente fue multado o detenido en tres ocasiones por “infracciones” similares.

El 1 de noviembre de 2016, en una carta dirigida a su esposa publicada en un sitio web de noticias, Ildar Dadin describió las torturas y otros malos tratos a los que fue sometido —entre ellos brutales palizas y amenazas de violación— en la colonia penitenciaria de Segezha (República de Carelia), aproximadamente a 1.200 kilómetros al norte de Moscú. Desde entonces, Ildar Dadin ha sido trasladado a otra colonia penitenciaria en el sur de Siberia, a miles de kilómetros de su hogar y de su familia. Este hecho parece concebido como forma de hostigamiento por sus denuncias de tortura y otros malos tratos.