La sentencia dictada hoy, por la que el ex presidente de Chad Hissène Habré es declarado culpable, marca un hito en la historia de la justicia internacional y supone un gran alivio para las decenas de miles de víctimas que llevaban más de 25 años esperando este día; así lo ha afirmado Amnistía Internacional.
Tras el juicio iniciado en julio de 2015, las Salas Africanas Extraordinarias con sede en Dakar han condenado a Hissène Habré a cadena perpetua tras declararlo culpable de torturas, crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra cometidos en Chad entre 1982 y 1990. Se estableció que él personalmente había cometido violaciones.
Esta sentencia es un triunfo para las víctimas que han luchado incansablemente para asegurarse de que Hissène Habré no quedaba impune por delitos tipificados en el derecho internacional. Demuestra que, si hay suficiente voluntad política, los Estados pueden colaborar eficazmente para acabar con la impunidad incluso en las situaciones más arraigadas”, ha afirmado Gaetan Mootoo, investigador de Amnistía Internacional sobre África Occidental.
Esta sentencia es un triunfo para las víctimas que han luchado incansablemente para asegurarse de que Hissène Habré no quedaba impune por delitos tipificados en el derecho internacional.
Gaetan Mootoo, investigador de Amnistía Internacional sobre África Occidental.
“Momentos como éste pueden ser un aliciente para otras víctimas en todo el mundo en tiempos más difíciles, cuando la justicia parece estar fuera de su alcance. Les infundirán esperanzas y les darán fuerzas para luchar por lo que es justo. Asimismo, esta decisión histórica debería servir de estímulo a la Unión Africana o a Estados africanos individuales para imitar tales iniciativas destinadas a garantizar justicia a las víctimas en otros países del continente.”
El juicio de Hissène Habré se inició el 20 de julio de 2015 en Senegal, y en el curso de las actuaciones prestaron declaración 69 víctimas, 23 testigos y 10 peritos. Entre las pruebas documentales en que se basó la fiscalía había informes de investigación de Amnistía Internacional elaborados en la década de 1980.
Además, un miembro del personal de la organización declaró en el juicio en calidad de experto. Dos de las víctimas que habían emprendido las acciones judiciales contra Hissène Habré ya habían muerto. Ahora serán sus hijos y familiares quienes vean que se hace justicia.
Este proceso marca un hito en los esfuerzos para poner fin a la impunidad en África, ya que es el primero en el que se ejerce la jurisdicción universal en el continente africano, así como la primera vez que un tribunal procesa a un dirigente africano por crímenes de derecho internacional en otro país africano.
Un fondo fiduciario para todas las víctimas
Hissène Habré tiene derecho a recurrir la sentencia, y deben asignarse recursos suficientes a las Salas Africanas Extraordinarias para que enjuicien el caso exhaustiva y eficazmente. Asimismo, las Salas Africanas Extraordinarias deberán celebrar vistas de determinación de las reparaciones y tienen el mandato de crear un fondo fiduciario para todas las víctimas, participen o no en las actuaciones.
Este fondo fiduciario debe establecerse sin demora y ser dotado de recursos y apoyo de otra índole por la Unión Africana y otros.
Los esfuerzos para abordar la impunidad por los crímenes cometidos en Chad no deben terminar aquí.
“Debe continuar la presión sobre Chad y eventualmente sobre otros Estados para que otras personas acusadas de cometer graves violaciones de derechos humanos entre 1982 and 1990, incluidos delitos de violencia sexual y basada en el género, sean investigadas y sometidas a juicio con las debidas garantías y sin recurrir a la pena de muerte. En particular, Chad debe investigar las matanzas cometidas en septiembre de 1984 en el sur del país”, ha afirmado Gaetan Mootoo.
Información complementaria
Amnistía Internacional hace campaña desde la década de 1970 en favor de las víctimas de violaciones de derechos humanos cometidas en Chad. La organización defendía que los autores de las violaciones de derechos humanos cometidas durante el régimen de Habré debían comparecer ante la justicia.
A pesar de las importantes trabas políticas, las víctimas, en colaboración con grupos de la sociedad civil, organizaron una tenaz campaña nacional, regional y mundial que tuvo como resultado el establecimiento de las Salas Africanas Extraordinarias en agosto de 2012.
La Comisión Nacional de Investigación de Chad calculó que el número de personas que habían muerto a manos de las fuerzas de seguridad chadianas entre 1982 y 1990 ascendía a 40.000. Las fuerzas del gobierno usaron la tortura, la detención arbitraria, la ejecución extrajudicial y la desaparición forzada durante todo este periodo. En los archivos de la Dirección de Documentación y Seguridad chadiana aparecieron más de 50.000 cartas y tarjetas postales de miembros de Amnistía Internacional.
Momentos como éste pueden ser un aliciente para otras víctimas en todo el mundo en tiempos más difíciles, cuando la justicia parece estar fuera de su alcance. Les infundirán esperanzas y les darán fuerzas para luchar por lo que es justo.
Gaetan Mootoo, investigador de Amnistía Internacional sobre África Occidental.
Aunque la organización ha acogido con satisfacción esta decisión histórica en la causa contra Habré, también ha expresado su preocupación por la falta de cooperación de Chad en varios casos y por la falta de respuesta de la Unión Africana ante estos hechos, y asimismo por diversos aspectos relacionados con la protección de algunos testigos y abogados. Desde que comenzó el juicio, Amnistía Internacional ha defendido que se celebre con todas las garantías procesales que establecen las normas internacionales.