Cumbre del G-20: Los países ricos deben dar un giro de 180 grados a su vergonzosa respuesta a las personas refugiadas

Los países más ricos del mundo deben poner fin a su escandalosa inacción y empezar a liderar una respuesta coordinada a la creciente crisis global de refugiados proponiendo un plan concreto para reasentar a los 1,15 millones de personas refugiadas más vulnerables del mundo y financiar todas las necesidades humanitarias, ha declarado hoy Amnistía Internacional con motivo de la cumbre del G-20 de Antalya, Turquía.

El G-20 tiene la oportunidad de demostrar su valor sirviendo de trampolín para tomar medidas drásticas que han rehuido otras cumbres.

Audrey Gaughran, directora de Asuntos Temáticos Globales de Amnistía Internacional.

Hasta la fecha, los Estados miembros del G-20 se han comprometido a reasentar a aproximadamente 140.000 refugiados de Siria, cifra muy inferior a la necesaria. El año pasado, estos países ofrecieron plazas de reasentamiento a la décima parte de los refugiados que las necesitaban.

“Los líderes mundiales han permanecido al margen mientras se desarrollaba ante sus ojos una crisis global de refugiados de proporciones devastadoras. Peor aún, en algunos casos han contribuido activamente al sufrimiento bloqueando a los refugiados que buscaban seguridad”, manifestó Audrey Gaughran, directora de Asuntos Temáticos Globales de Amnistía Internacional.

 “Algunos de los países más ricos del mundo están reunidos ahora en Antalya y no deben desaprovechar esta ocasión para aunar fuerzas a y encontrar vías concretas y significativas para poner fin al sufrimiento de millones de personas refugiadas vulnerables. El G-20 tiene la oportunidad de demostrar su valor sirviendo de trampolín para tomar medidas drásticas que han rehuido otras cumbres.”

Amnistía Internacional pide también a los miembros del G-20 que aumenten drásticamente el apoyo económico a la asistencia humanitaria para los millones de refugiados que sufren debido a los graves recortes y a las carencias de la ayuda. En noviembre, el llamamiento humanitario de la ONU para la crisis de refugiados de Siria sólo está financiado en un 50 por ciento.

El contraste entre los principales países que acogen a refugiados sirios y la respuesta de las potencias del G-20 es notable. Líbano, cuyo PIB es de 44.500 millones de dólares, acoge actualmente al mayor número de refugiados per cápita, mientras que Rusia, con un PIB de 1,9 billones de dólares, no ha reasentado a ningún refugiado sirio.

“Hasta ahora, la mayor parte de la atención se ha centrado en la deficiente respuesta de Europa a la crisis, pero esta cumbre es una oportunidad para que otros países del G-20 demuestren que están dispuestos a aceptar la responsabilidad que les confiere su destacado papel en los asuntos internacionales.”

Esta cumbre es una oportunidad para que otros países del G-20 demuestren que están dispuestos a aceptar la responsabilidad que les confiere su destacado papel en los asuntos internacionales.

Audrey Gaughran.

“Mientras Estados como Alemania y Turquía vienen desempeñando un papel crucial en la respuesta a la crisis global de refugiados, y Canadá se ha comprometido recientemente a reasentar a 25.000 refugiados sirios en los próximos dos meses, otros países, como Rusia y Arabia Saudí, han mostrado una estremecedora falta de compasión hacia quienes huyen de unos conflictos brutales y de la persecución. No es demasiado tarde para que los países cambien de rumbo y recuperen cierta dignidad moral”, declaró Audrey Gaughran.

“La crisis de Siria es un ejemplo de este desequilibrio. Los líderes del G-20 presentes en la cumbre no pueden ignorar que se reúnen en un país que alberga actualmente a más de dos millones de refugiados, más que ningún otro país del mundo. No acudir a su ayuda es un escandaloso ejemplo de la abdicación de su responsabilidad de algunos de los países más ricos del mundo.

“A apenas unos centenares de kilómetros de las lujosas reuniones de alta seguridad de la cumbre del G-20, miles de mujeres, hombres y niños arriesgan su vida a diario en frágiles embarcaciones para alcanzar la seguridad de las costas europeas. Ante una crisis de estas proporciones, todo lo que no sea un plan concreto para financiar en su totalidad las necesidades humanitarias y unos compromisos claros y con plazos específicos de cada país para reasentar a refugiados será un lamentable fracaso.”

A apenas unos centenares de kilómetros de las lujosas reuniones de alta seguridad de la cumbre del G-20, miles de mujeres, hombres y niños arriesgan su vida a diario en frágiles embarcaciones para alcanzar la seguridad de las costas europeas.

Audrey Gaughran.

Información complementaria

Aproximadamente el 10% de los refugiados sirios —alrededor de 400.000 personas— son especialmente vulnerables y necesitan reasentamiento. Hasta la fecha, los países del mundo han prometido únicamente una cuarta parte de las plazas de reasentamiento necesarias para los refugiados de Siria. El número de plazas prometidas que se han hecho realidad son muy inferiores.

En los últimos meses, Amnistía Internacional ha documentado el lamentable fracaso de varios gobiernos del G-20 a la hora de responder a la crisis global de refugiados; recientemente, la organización ha publicado datos contundentes según los cuales, funcionarios de Australia, país anfitrión de la cumbre del G-20 el año pasado, podrían haber sobornado a traficantes de personas para alejar de sus costas embarcaciones con refugiados.

Globalmente, el 86 por ciento de las personas refugiadas están acogidas en países en desarrollo. El 95 por ciento de los cuatro millones de refugiados que han huido de Siria está en cinco países anfitriones: Turquía, Líbano, Jordania, Irak y Egipto.