Sudán: Los ataques de Kordofán del Sur “constituyen crímenes de guerra”

Nuevo informe documenta:

  • ataques a civiles, escuelas, hospitales y organizaciones locales de ayuda
  • ofensivas terrestres y bombardeos aéreos indiscriminados
  • uso de municiones de racimo y armas prohibidas

Las fuerzas gubernamentales de Sudán han cometido crímenes de guerra contra la población civil de Kordofán del Sur, ha asegurado Amnistía Internacional de manera concluyente por primera vez en un nuevo informe publicado hoy.

En el informe, Don’t we matter? Four years of unrelenting attacks against Sudan’s South Kordofan, se hace la crónica del coste humano del conflicto, que se ha cobrado centenares de vidas civiles y ha generado una terrible crisis humanitaria. Se determina en él que las ofensivas terrestres y los bombardeos aéreos indiscriminados, así como los ataques deliberados contra escuelas y hospitales, constituyen crímenes de guerra.

Las Fuerzas Armadas sudanesas llevan años lanzando indiscriminadamente lluvias de bombas y proyectiles de artillería sobre poblaciones civiles, destruyendo vidas y medios de sustento y provocando una grave crisis humanitaria.

Michelle Kagari, directora regional adjunta de Amnistía Internacional

“Las Fuerzas Armadas sudanesas llevan años lanzando indiscriminadamente lluvias de bombas y proyectiles de artillería sobre poblaciones civiles, destruyendo vidas y medios de sustento y provocando una grave crisis humanitaria”, ha señalado Michelle Kagari, directora regional adjunta de Amnistía Internacional.

“Atacar infraestructura civil y zonas civiles donde no hay ningún objetivo militar legítimo, utilizando armas prohibidas y de otros tipos de manera indiscriminada, constituye un crimen de guerra. Es hora de que la comunidad internacional deje de apartar la vista de lo que ocurre en Kordofán del Sur y tome medidas urgentes para poner fin a este conflicto.”

Indicios concluyentes de crímenes de guerra

Basándose en una visita de investigación al país, Amnistía Internacional ha determinado que las Fuerzas Armadas sudanesas han atacado zonas civiles e infraestructura civil donde no había ningún objetivo militar legítimo.

El uso de armas prohibidas, como bombas de racimo, lanzadas desde aviones que volaban a gran altura, ha causado víctimas civiles. Amnistía Internacional encontró municiones de racimo en cuatro puntos de dos lugares distintos de los condados de Dalami y Umm Dorain y escuchó testimonios de cómo habían muerto niños por jugar con artefactos explosivos sin detonar.

Entre enero y abril del 2015, la Fuerza Aérea sudanesa arrojó más de 374 bombas sobre 60 lugares de todo Kordofán del Sur bajo control del Ejército de Liberación Popular de Sudán-Norte (SPLA-Norte). Los bombardeos aéreos y de artillería efectuados durante este periodo mataron al menos a 35 civiles, hirieron a 70 personas más y destrozaron edificios civiles, incluidas escuelas.

Desde el comienzo del conflicto en 2011, han sido bombardeados en zonas controladas por el SPLA-Norte 26 centros de salud (hospitales, clínicas y unidades médicas), muchos de los cuales estaban claramente identificados con banderas y con cruces en el tejado. Sólo dos de los cuatro hospitales de la zonas controladas por el SPLA-Norte están todavía en funcionamiento.

Alfadil Khalifa Mohamed contó a Amnistía Internacional cómo el bombardeo de un avión Antonov había matado a su esposa, embarazada, y al bebé en un campo para personas internamente desplazadas del condado de Dalami donde habían buscado refugio el 6 de febrero. “La bomba cayó a unos 10 metros de donde estaba. Fui corriendo allí, pero ya estaba muerta. Nuestro bebé seguía vivo.  Pero no se podía conseguir atención médica para salvarle la vida.”

A causa de la campaña de bombardeos, hay mucho miedo a trabajar en el campo, y las consecuencias de ello para la seguridad alimentaria son devastadoras. La intensificación de los bombardeos durante la cosecha y la siembra hace temer que sea parte de una estrategia deliberada del gobierno sudanés para impedir a la población atender sus cultivos.

Salha, persona internamente desplaza del campo de Kimli, dijo a los investigadores de Amnistía Internacional: “En los dos últimos años no hemos sembrado nada. No podíamos, porque teníamos que escapar corriendo. Nos da mucho miedo trabajar en nuestros campos”.

La crisis humanitaria

El gobierno sudanés se ha negado a permitir la entrada de ayuda humanitaria en las zonas controladas por el SPLA-Norte, lo que ha agravado la prolongada crisis humanitaria y ha dejado a la población sin acceso a vacunas y medicamentos esenciales.  Los niños y niñas de las zonas de Kordofán del Sur controladas por el SPLA-Norte han quedado excluidos de una campaña en curso de inmunización contra el sarampión llevada a cabo por UNICEF y la OMS en Sudán. Entre mayo de 2014 y enero de 2015, un brote de sarampión se cobró la vida de al menos 30 de estos niños y niñas sólo en un hospital.

El desplazamiento masivo ha convertido en personas internamente desplazadas a cerca de la tercera parte de los alrededor de 1,4 millones de habitantes de Kordofán del Sur. Según el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, cerca de 100.000 personas han huido a campos de refugiados del vecino Sudán del Sur, que está asolado también por un conflicto interno.

“Le hemos estado contando al mundo […] Pero no cambia nada”

A pesar del persistente conflicto, que está ya en su quinto año, y de la escalada de ataques de los últimos meses, la respuesta regional e internacional se ha interrumpido. No ha habido ninguna resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Kordofán del sur desde 2012. En las últimas resoluciones y declaraciones del Consejo de Seguridad no se han tratado los problemas de Kordofán del Sur. Los esfuerzos de la Unión Africana por mediar en el conflicto entre el gobierno de Sudan y el SPLM-Norte, facilitados por su Grupo de Implementación de Alto Nivel, quedaron estancados en diciembre 2014.

Le hemos estado contando al mundo lo que nos está pasando durante cuatro años. Es bien sabido. Pero no cambia nada.

Alfadil Khalifa Mohamed, maestro de escuela local.

Alfadil Khalifa Mohamed contó a Amnistía Internacional: “Le hemos estado contando al mundo lo que nos está pasando durante cuatro años. Es bien sabido. Pero no cambia nada”.

Amnistía Internacional pide al  Consejo de Seguridad de la ONU y al Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana que ejerzan presión sobre el gobierno de Sudán y el SPLM-Norte para que permitan el acceso humanitario sin restricciones en Kordofán del Sur.

“Este conflicto está totalmente estancado, así que es preciso que los organismos internacionales vuelvan a intervenir con urgencia a fin de poner fin a estas graves violaciones de derechos humanos y crímenes de guerra y garantizar que los responsables son puestos a disposición judicial”, ha afirmado Michelle Kagari.

“No puede permitirse que se cometan con impunidad crímenes de guerra ni puede una población que se enfrenta a un prolonga crisis humanitaria ser ignorada ya más por el mundo.”

Información complementaria

El presente informe es producto de una visita de investigación de un equipo de investigadores de Amnistía Internacional realizado en mayo de 2015.

No distinguir entre población civil y combatientes constituye una violación del principio fundamental de distinción recogido en el derecho internacional humanitario. Dirigir ataques intencionadamente contra la población o bienes civiles es un crimen de guerra.