Sudán del Sur: Las partes enfrentadas deben comprometerse plenamente a garantizar rendición de cuentas por las atrocidades

La firma, hoy, de un acuerdo de paz por parte del gobierno sursudanés es un paso importante y fundamental para acabar con la violencia y abordar el sufrimiento humano generalizado en Sudán del Sur.  Amnistía Internacional ha reiterado su llamamiento a ambas partes para que, a fin de garantizar una paz duradera, se comprometan de manera inequívoca a rendir cuentas por las atrocidades cometidas durante el conflicto.

“Ambas partes deben respetar los términos del acuerdo de paz para que se puedan adoptar de inmediato medidas encaminadas al procesamiento de los autores de delitos de derecho internacional y a garantizar reparaciones completas a las víctimas”, ha dicho Sarah Jackson, directora regional adjunta de Amnistía Internacional para África Oriental, el Cuerno de África y los Grandes Lagos.

“No basta con silenciar las armas y firmar acuerdos; si Sudán del Sur está verdaderamente dispuesto a marcar el inicio de una nueva época de paz y rendición de cuentas, la comunidad internacional debe permanecer alerta y adoptar medidas concretas para exigir responsabilidades. El Consejo de Seguridad de la ONU, la Unión Africana y los países limítrofes con Sudán del Sur pueden tener un papel fundamental a la hora de garantizar que los mecanismos establecidos durante el proceso de paz para llevar a los responsables ante la justicia se aplican satisfactoriamente”, ha dicho Sarah Jackson.

Información complementaria

La Secretaría de la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD) anunció ayer que el gobierno de Sudán del Sur firmaría hoy, en una minicumbre celebrada en Juba, la propuesta de acuerdo de paz para poner fin al conflicto que ha arrasado el país.

El conflicto entre el gobierno de Sudán del Sur, presidido por Salva Kiir, y el opositor Movimiento de Liberación Popular de Sudán (SPLM/IO), dirigido por el ex vicepresidente Riek Machar, lleva más de 20 meses activo.  En general se admite que ambas partes del conflicto han cometido violaciones del derecho internacional humanitario y graves abusos contra los derechos humanos, que incluyen masacres, violaciones y otros actos de violencia sexual, secuestros y reclutamiento de menores de edad para engrosar sus fuerzas, incendios y saqueos de infraestructuras civiles, y obstrucción de la ayuda humanitaria.

El primer plazo fijado para la firma del acuerdo de paz, hasta el 5 de marzo de 2015, se cumplió sin que hubiera acuerdo.   En el segundo plazo, que terminaba el 17 de agosto, firmaron el acuerdo el SPLM/IO y un grupo llamado “Ex Detenidos”, pero no el gobierno.