Agenda post 2015: La rendición de cuentas en materia de derechos humanos, clave para el progreso

Los objetivos de desarrollo de la ONU para los próximos 15 años deben hacer que los gobiernos rindan cuentas de sus obligaciones en materia de derechos humanos. Así lo ha manifestado Amnistía Internacional en vísperas de una reunión crucial que se celebrará la semana próxima y que ayudará a decidir la agenda de desarrollo post 2015.

“Nuestro mensaje es sencillo: sin derechos humanos, no puede haber un desarrollo sostenible”, ha declarado Salil Shetty, secretario general de Amnistía Internacional, quien se reúne hoy con altos cargos de la ONU y diplomáticos para hablar del nuevo informe de política de la organización, Un futuro justo para todas las personas: Por qué los derechos humanos importan para un desarrollo sostenible.

“La ONU tiene la oportunidad de transformar las vidas de miles de millones de mujeres, hombres, niñas y niños que hoy día viven en la más absoluta pobreza y, en definitiva, construir un mundo más justo. Pero, a menos que los gobiernos rindan cuentas de su historial de desigualdad e injusticia, existe el peligro de que esta oportunidad se desperdicie.”

El informe de política de Amnistía Internacional expone cómo, para aprender de las lecciones cruciales extraídas de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), los gobiernos deben rendir cuentas de sus compromisos en materia de derechos humanos y deben abordar las crecientes desigualdades de la sociedad.

El informe destaca datos que demuestran que los derechos humanos pueden tener un impacto positivo en la capacidad de los Estados para obtener mejores resultados socioeconómicos.

Describe cómo el marco original de los ODM no abordaba debidamente la protección y promoción de los derechos humanos, e incluso es posible que haya contribuido a que se cometan violaciones de derechos.

Por ejemplo, un ODM tenía entre sus metas “haber mejorado considerablemente […] la vida de al menos 100 millones de habitantes de barrios marginales”, pero la falta de protección dio lugar a que muchas de esas personas corrieran un mayor riesgo de desalojo forzoso ante el intento de los gobiernos de alcanzar sus metas. Esto se ha visto agravado por la omisión en los ODM del derecho a una vivienda adecuada, que incluye la protección frente a los desalojos forzosos. Hoy día, más de 900 millones de personas siguen viviendo en barrios marginales.

Si las normas de derechos humanos no se integran de manera efectiva en el marco post 2015, las personas que ya viven en la pobreza podrán verse expuestas a nuevas violaciones de derechos humanos, y excluidas de la posibilidad de beneficiarse en condiciones de igualdad del desarrollo.

Amnistía Internacional pide a la ONU que adopte un marco post 2015 que promueva en todos sus objetivos la rendición de cuentas en materia de derechos humanos.

Unos sistemas efectivos para medir y evaluar indicadores de derechos humanos no sólo permitirán a las personas y comunidades hacer que los Estados rindan cuentas de sus progresos, sino que también ayudarán a los Estados a vigilar y mejorar su propia actuación.

Amnistía Internacional pide asimismo un objetivo único e independiente sobre la igualdad de género, los derechos humanos y el empoderamiento de las mujeres y las niñas.

“La Declaración del Milenio de las Naciones Unidas prometió respetar todos los derechos humanos y libertades fundamentales reconocidos internacionalmente. Los ODM han fracasado a este respecto”, ha manifestado Salil Shetty.

“La ONU no debe permitir que esos errores se repitan durante los próximos 15 años.”

Amnistía Internacional ha publicado hoy su informe, en vísperas de la reunión del Grupo de Trabajo de Composición Abierta sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible que se celebrará el 16 de junio: una de las últimas ocasiones en las que el grupo se reunirá antes de que se presente su propuesta a la Asamblea General en septiembre de 2014.