Día aciago para la libertad de los medios de comunicación tras la condena de los periodistas de Al Yazira

La sentencia condenatoria dictada hoy contra tres periodistas del servicio en inglés de Al Yazira acusados de “falsificar noticias” y pertenecer o ayudar al movimiento, prohibido en Egipto, de los Hermanos Musulmanes constituye un atentado atroz contra la libertad de los medios de comunicación, ha manifestado Amnistía Internacional. Los tres periodistas  –Peter Greste, australiano; Mohamed Fahmy, egipcio canadiense, y Baher Mohamed, egipcio, considerados por Amnistía Internacional presos de conciencia– han sido condenados a siete años de cárcel. A Baher Mohamed se le ha impuesto además una condena de tres años por el cargo de estar en posesión de una bala. Estaban detenidos desde el 29 de diciembre de 2013. “Es una sentencia devastadora para estos hombres y sus familias, y un día aciago para la libertad de los medios de comunicación en Egipto, en el que se encierra a periodistas y se los tacha de criminales o ‘terroristas’ simplemente por hacer su trabajo”, ha afirmado Philip Luther, director del Programa de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África.“La única razón de que estos tres hombres estén en prisión es que a las autoridades egipcias no les gusta lo que tienen que decir. Son presos de conciencia y deben ser puestos en libertad de inmediato y sin condiciones. Hoy día, cualquiera que se atreva en Egipto a contradecir el discurso del Estado es visto como un blanco legítimo.”De los otros seis hombres juzgados junto con los periodistas de Al Yazira, dos han sido absueltos, y los otros cuatro, condenados a siete años de prisión.El tribunal ha condenado también a 10 años de prisión a varios periodistas más, juzgados in absentia, entre ellos Sue Turton y Dominic Kane, de nacionalidad británica, y Rena Netjes, de nacionalidad neerlandesa. Una persona enviada por Amnistía Internacional para asistir en calidad de observador al juicio ha registrado varias irregularidades y ejemplos de completa ineptitud durante los procedimientos. En 12 sesiones judiciales, el fiscal no ha presentado un solo indicio sólido de vinculación de los periodistas con una organización terrorista ni de “falsificación” de imágenes de noticias. “El juicio ha sido una completa vergüenza. Condenar a estos hombres a años de cárcel por medio de tan absurdo espectáculo constituye una parodia de justicia”, ha afirmado Philip Luther. Los fiscales han obstaculizado el derecho de los acusados a examinar e impugnar las pruebas en su contra. Asimismo, han dado muestras de falta de preparación y de desorganización, presentado a menudo pruebas no pertinentes. Asimismo, algunos testigos de cargo parecen haber hecho declaraciones que contradicen el testimonio que habían ofrecido previamente por escrito. Los peritos han admitido al ser llamados a declarar que no pueden confirmar si los periodistas de Al Yazira tenían imágenes manipuladas o llevaban equipo no autorizado.“La sentencia es una prueba más de que nada detendrá a las autoridades egipcias en su campaña implacable de represión de quienes contradigan el discurso oficial, por cuestionables que sean las pruebas en su contra”, ha manifestado Philip Luther.No son sólo los periodistas quienes corren peligro. Durante los últimos doce meses se han encerrado a millares de personas más en el marco de la represión general de la disidencia ejercida por medio de la imposición de condenas masivas de muerte a partidarios del ex presidente Mohamed Morsi.“El poder judicial egipcio ha demostrado una y otra vez que no quiere o no puede celebrar un juicio justo cuando se trata de juzgar a personas que parecen apoyar al anterior presidente. En ver de encerrar a periodistas y otras personas consideradas una amenaza, las autoridades deben centrar sus esfuerzos en la realización de investigaciones creíbles sobre los abusos de las fuerzas de seguridad”, ha añadido Philip Luther.Información complementariaEn esta causa han sido juzgadas 22 personas, 11 de ellas in absentia. Entre las que han comparecido figuran cinco estudiantes egipcios detenidos el 31 de diciembre de 2013 en  Ciudad Nasr, en El Cairo. Nueve de los acusados son miembros del personal de Al Yazira, según ésta. La periodista neerlandesa Rena Netjes, que no trabaja para Al Yazira, se fue de Egipto al saber que iba a ser juzgada. Los demás son egipcios.