“Día sombrío” para la libertad de expresión en Rusia

La libertad de expresión se ha limitado todavía más hoy en Rusia tras aprobar la Duma del Estado en Moscú dos nuevos proyectos de ley que tienen por objeto silenciar las opiniones minoritarias, ha manifestado Amnistía Internacional. Con sólo unas horas de diferencia, la Cámara Baja del Parlamento ruso ha aprobado dos proyectos de ley dirigidos a criminalizar la blasfemia e ilegalizar el activismo de las lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales (LGBTI) y de sus seguidores. Se espera que la Cámara Alta del Parlamento apruebe las medidas en breve y que el presidente Vladimir Putin las promulgue. “En tan sólo unas horas, la Duma ha aprobado dos leyes que dan fe de la creciente limitación de la libertad de expresión en Rusia. Representan un lamentable intento del gobierno de reforzar su popularidad haciendo el juego a los elementos más reaccionarios de la sociedad rusa a costa de derechos fundamentales y de la expresión de la identidad personal”, ha señalado John Dalhuisen, director del Programa de Amnistía Internacional para Europa y Asia Central. “Estas leyes no tiene cabida en la legislación de una democracia moderna y respetuosa con los derechos. Lo que se plantea ahora es si el actual gobierno tiene algún interés en que Rusia sea una democracia así.” El primer proyecto de ley tiene por objeto reformar el artículo del Código Penal ruso relativo a la “obstrucción del derecho a la libertad de conciencia y religión”. Prevé la imposición de hasta 500.000 rublos (más de 15.000 dólares estadounidenses) de multa y penas de hasta tres años de prisión por la comisión de “actos públicos que expresen una falta manifiesta de respeto por la sociedad y ofendan los sentimientos religiosos de los creyentes” si tales actos tienen lugar en lugares de culto. Si se cometen en otras partes, el delito se pena con hasta un año de prisión y hasta 300.000 rublos de multa. Esta agresión legislativa se lleva a cabo tras el juicio y condena, el año pasado, de tres componentes del grupo punk femenino ruso Pussy Riot por “vandalismo por motivos de odio religioso” después de que cantaran una canción protesta en la catedral ortodoxa de Moscú.El segundo proyecto de ley aprobado por la Duma hoy obligará a pagar exorbitantes multas a quienes hagan “propaganda de relaciones sexuales no tradicionales” entre menores de edad. La pena será de hasta 5.000 rublos (150 dólares) de multa a particulares y hasta 1.000.000 rublos (más de 30.000 dólares) a funcionarios, así como de la posible suspensión de sus actividades durante tres meses a las organizaciones. Antes de la votación, más de una veintena de activistas LGBTI rusos han organizado una “protesta de besos” a las puertas de la Duma. Según los medios de comunicación, han sido objeto de actos violentos de contramanifestantes homófobos, y la policía ha detenido al menos a 20. Amnistía Internacional ha observado que las autoridades rusas vienen aumentando sus agresiones contra la libertad de expresión en los últimos meses. “Estos proyectos de ley reflejan la determinación de las autoridades rusas de dictar a la gente lo que puede y no puede decir en todos los aspectos de la vida, desde lo político hasta lo social –ha afirmado Dalhuisen–. Son un retroceso que debería hacer saltar las alarmas.”