Túnez debe investigar la violencia policial contra manifestantes

Las autoridades tunecinas deben investigar los informes sobre actos de violencia cometidos por las fuerzas de seguridad contra los manifestantes ayer en la capital, y permitir a los tunecinos el ejercicio pacífico de su derecho a la libertad de reunión, ha declarado hoy Amnistía Internacional. El lunes, las fuerzas de seguridad lanzaron gas lacrimógeno y usaron porras para dispersar a los manifestantes que, para conmemorar el Día de los Mártires, intentaban acceder a la avenida de Bourguiba, en el centro de Túnez, pese a la decisión adoptada por el ministro del Interior el 28 de marzo de prohibir las manifestaciones en esa zona.En el incidente resultaron heridas decenas de personas, algunos miembros de las fuerzas de seguridad entre ellas.El Ministerio del Interior afirmó que las manifestaciones en la avenida de Bourguiba eran ilegales.“Imponer una prohibición general a las protestas para no tener que tratar con los manifestantes es una violación flagrante del derecho internacional. Los actos de las fuerzas de seguridad ponen de relieve la necesidad urgente de promulgar nuevas leyes que protejan el derecho a protestar pacíficamente en Túnez”, declaró Hassiba Hadj Sahraoui, directora adjunta del Programa Regional para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional.“Mientras sigan vigentes las leyes de la era Ben Alí, continuarán cometiéndose estas violaciones del derecho a reunirse pacíficamente. Resulta increíble ver cómo el nuevo gobierno tunecino no sólo recurre a estas leyes draconianas, sino que además prohíbe las protestas en la misma calle que se convirtió en un símbolo de la rebelión.”Miles de manifestantes salieron a las calles de Túnez el lunes para recordar a quienes murieron a manos del ejército colonial francés en 1938, así como a los fallecidos durante la rebelión del año pasado.Las fuerzas de seguridad lanzaron gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes que accedían a  la avenida de Bourguiba, que respondieron con insultos hasta que la policía cargó contra ellos con sus porras y lanzando más gas lacrimógeno contra la multitud. La policía persiguió después a los manifestantes y a quienes huían del gas lacrimógeno por las calles laterales.Algunas de las personas que estaban en la avenida de Bourguiba dijeron a Amnistía Internacional que unos hombres vestidos de civil golpearon a los manifestantes y atacaron aparentemente a periodistas y a activistas políticos y de la sociedad civil. Zied Hani, miembro del comité ejecutivo del Sindicato Nacional de Periodistas Tunecinos, declaró a Amnistía Internacional que unos hombres vestidos de civil le empujaron e insultaron. Dijo que sus agresores también atacaron a Khemeis Ksila, miembro de la Asamblea Nacional Constituyente; a Ahmed Sadiq, abogado y miembro del Colegio Nacional de Abogados, y a  Jouaher Ben Mbarek, miembro del grupo Doustorna (Nuestra Constitución).Los agentes de policía que presenciaron las agresiones no intervinieron. También fue agredido otro periodista del canal de televisión; Al Hiwar al Tounssi, a quien además le quitaron la cámara. Un miembro de la junta directiva de Amnistía Internacional Túnez; Zouheir Makhlouf, recibió varios puntapiés y fue golpeado con el extremo de un rifle de gas lacrimógeno. “Las autoridades tunecinas deben abrir una investigación sobre estos actos de violencia y hacer que los responsables comparezcan ante la justicia. El Ministerio del Interior debe aclarar inmediatamente la condición de los hombres vestidos de civil que aparentemente agredieron a los manifestantes”, añadió Hassiba Hadj Sahraoui.El pasado sábado se cometieron actos de violencia similares para dispersar a cientos de asistentes a una manifestación organizada por el Sindicato de Titulados Desempleados (Union des diplômés chômeurs) para exigir oportunidades de trabajo. Alrededor de 37 manifestantes recibieron golpes y puntapiés antes de ser puestos en libertad poco después.Belgacem Ben Abdallah, miembro del Sindicato, dijo a Amnistía Internacional que las fuerzas de seguridad le habían golpeado en la cabeza y la espalda con palos, y que le dieron puntapiés en todo el cuerpo.“Las autoridades y los legisladores de Túnez deben aprovechar esta oportunidad para redactar una nueva Constitución que termine con las prácticas del pasado y consagre el derecho a celebrar reuniones y protestas pacíficas”, concluyó Hassiba Hadj Sahraoui.