La ONU desaprovecha la oportunidad de proteger a la población marfileña

Amnistía Internacional ha acogido con satisfacción la presteza del Consejo de Derechos Humanos en responder a la situación de emergencia existente en Costa de Marfil en materia de derechos humanos, pero lamenta que haya desaprovechado la oportunidad de utilizar todos los medios a su alcance para impedir nuevos abusos y violaciones graves de derechos humanos. El Consejo se reunió en sesión especial el 23 de diciembre para examinar el agravamiento de la situación en Costa de Marfil, donde se vienen cometiendo un creciente número de homicidios ilegítimos, desapariciones forzadas y abusos físicos desde las elecciones presidenciales del 28 de noviembre. En esa sesión aprobó una resolución en la que condenaba las violaciones de derechos humanos cometidas y pedía, en términos generales, que se les pusiera fin, que se respetaran los derechos humanos y las libertades fundamentales y que se garantizara el fin de la incitación a la violencia, la hostilidad y la apología del odio. “Aunque su petición de respetar los derechos humanos es satisfactoria, el Consejo de Derechos Humanos podría haber hecho mucho más para abordar el agravamiento de la situación –ha manifestado Peter Splinter, representante de Amnistía Internacional en la ONU en Ginebra–. En la resolución no se dice nada que haga ver a los autores y los instigadores de los homicidios ilegítimos, desapariciones forzadas y otros abusos y violaciones de derechos humanos que se están cometiendo que deben responder de sus actos y que se les hará rendir cuentas por ellos.” Amnistía Internacional ha manifestado que, como mínimo, el Consejo debería haber recordado a todas las partes interesadas que Costa de Marfil ha aceptado la competencia de la Corte Penal Internacional sobre los actos cometidos en territorio marfileño y que la Corte podría iniciar investigaciones y enjuiciamientos contra los implicados en abusos y violaciones de derechos humanos. Amnistía Internacional ha lamentado también que el Consejo haya aplicado en gran medida el enfoque acostumbrado al seguimiento de su sesión especial. “Aunque la organización acoge con satisfacción que se haya ofrecido a la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos la oportunidad de informar a veces al Consejo de sus decisiones sobre los abusos y violaciones de derechos humanos de Costa de Marfil, considera desalentador que no se haya dispuesto explícitamente nada para que el Consejo pueda actuar con respecto a la situación en Costa de Marfil antes de su próximo periodo ordinario de sesiones, en marzo de 2011″, ha señalado Peter Splinter. “En este momento decisivo, la población de Costa de Marfil se merecía sin duda una intervención más enérgica que la que ha tenido el Consejo de Derechos Humanos.”